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Euromundo Global MADRID EDICIÓN DIGITAL 5 de diciembre de 2024
Escribir te perpetúa... ¡Inténtalo!
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Cuento
- Por Mafer – desde Santiago de Chile
Cuento: “Columna del Bárbaro Gentil...”
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Por Carlos Morales Fredes *
Cuento: “Columna del Bárbaro Gentil...”
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Por Carlos Morales Fredes *
Cuento: “Columna del Bárbaro Gentil”
- “Los tiranos nos parecen grandes hombres, porque mientras están en el poder nos tienen de rodillas”. (Anónimo).
- Por Carlos Morales Fredes *
Cuento:
- Por José Luis Jordana Laguna
17MAR21 – MADRID.- De un tiempo a esta parte, sin saber muy bien por qué, a todos los que me rodeaban les había dado por acribillarme con mensajes similares. Mi mujer me repetía como una metralleta una y otra vez: Ya está bien, Manolo. Ya no aguanto más tus tonterías de jubilado. Ya no voy a pasar por alto tus caprichos. Ya veo que esto no tiene remedio. Ya no eres el de antes de jubilarte. Ya no eres el hombre del que me enamoré hace treinta años. Ya veo que estás cayendo en los síndromes típicos del jubilado. Ya metiste la pata otra vez. Ya no me quieres tanto como hace años. Ya no te conozco. Ya… Un día no pude más y explote: Mujer, me tienes harto, es la enésima vez que me dices ya, ya, ya.
Cuento: “Columna del Bárbaro Gentil”
Por Carlos Morales Fredes *
10MAR21.- -Ha sido nuestro sujeto de estudio más fiel –mencionó el doctor Montalvo, en tanto ingresábamos a las modernas instalaciones. –Desde que se inició el DDP local, o Proyecto para la Decodificación de Sueños, ha estado a nuestra disposición. Es un gringo que llegó a nuestro país cuando tenía alrededor de 28 años.
Cuento: “Columna del Bárbaro Gentil...”
Por Carlos Morales Fredes (*)
Cuento: “Columna del Bárbaro Gentil...”
Por Carlos Morales Fredes (*)
Cuento:
Por Emilio Pérez Pérez
Cuento: “Columna del Bárbaro Gentil...”
Por Carlos Morales Fredes *
14FEB21.- Eras mi abuela, y te debía la vida. De niño, te recuerdo con el semblante adusto, trajinando de un lado a otro por la casa. Consiguiendo, a tu paso, arrancar gemidos desganados al añoso maderamen que constituía el piso de la casona. Ya durante la adolescencia –cuando muchas cosas entran por la memoria, pero pocas subsisten en el corazón– consigo evocarte, siempre inquieta, aunque algo más encorvada y resentida.
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