Por suerte, existen una serie de pautas que nos pueden ayudar a potenciar la concentración.
Dormir lo necesario
Las necesidades de sueño van disminuyendo con el paso del tiempo. Los niños y los adolescentes necesitan dormir mucho, pero en el caso de los adultos basta con siete horas al día para tener un sueño reparador.
Dormir es un proceso biológico durante el que el cuerpo y la mente se recargan. Por tanto, cuando una persona no duerme lo suficiente, aparecen problemas como cambios repentinos de humor, pérdida de memoria y dificultad para concentrarse.
Para dormir bien es importante crear una buena rutina del sueño:
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Cenar poco y, al menos, dos horas antes de acostarse.
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Acostarse y levantarse siempre más o menos a la misma hora.
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Desconectarse de los aparatos electrónicos una hora antes de irse a la cama.
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Practicar alguna actividad relajante justo antes de dormir, como leer o hacer un poco de meditación.
Eliminar distracciones para mejorar la concentración
Con frecuencia, la imposibilidad para concentrarnos en una tarea deriva de que tenemos a nuestro alrededor muchos estímulos. Gente hablando, notificaciones que llegan al teléfono, etc.
Si necesitas hacer una labor que requiere de toda tu atención, procura eliminar todas las distracciones. Busca un lugar tranquilo, ponte unos auriculares si es necesario, y pon tu móvil en modo avión.
Comer pollo
Cuando el pollo se elabora a la plancha, al vapor, al horno o hervido, libera una proteína conocida como L-tirosina. Esta se encarga de sintetizar la dopamina y la noradrenalina, como resultado, aumenta la capacidad de pensar de forma clara y rápida.
Una dieta rica en carne de pollo (no frito) es uno de los mejores remedios naturales para mejorar la concentración.
Tomar nueces
Se sabe que la gran mayoría de los frutos secos tienen propiedades que ayudan al cerebro. Pero en el caso concreto de las nueces, se ha demostrado su efecto sobre la capacidad de concentración.
Incluir tres o cuatro nueces en la dieta diaria permite disfrutar, a largo plazo, de una mayor capacidad de concentración y una capacidad de respuesta más rápida frente a los estímulos.
Pastillas para la memoria
Existen una amplia variedad de pastillas para la concentración elaboradas a base de ingredientes naturales como el té verde o el ginkgo biloba.
Este tipo de suplementos alimenticios están recomendados para quienes necesitan mejorar su concentración a medio y largo plazo, y reforzar su capacidad de reacción. Por ejemplo, estudiantes y profesionales con un alto nivel de estrés.
Hacer pasatiempos
Algo tan sencillo y tan entretenido como hacer pasatiempos contribuye a entrenar la mente. A fin de que se mantenga centrada en una sola cosa a la vez. Además, estimula la capacidad cognitiva.
Vale cualquier pasatiempo: sudokus, sopas de letras, crucigramas, etc. También son útiles los puzzles.
Cambiar la rutina
Con frecuencia, hacer siempre lo mismo y de igual manera se convierte en un enemigo de la concentración. Es por ello que se aconseja intentar romper la rutina.
No es necesario que sean cambios grandes, pero sí pequeños ajustes que "saquen" al cerebro del modo automático en el que parece haberse acomodado y que hagan que empiece a prestar más atención a lo que ocurre.
Mejorar la concentración es algo que podemos hacer a través de algunos cambios de hábitos e incluso mejorando nuestra alimentación. Si lo pruebas, en poco tiempo comprobarás por ti mismo los resultados.
(CN-31)
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