La selección constituye una representación amplia y plural de un fenómeno que da testimonio del papel de la gastronomía como motor de cambio social. Los finalistas provienen de países tan diversos como Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, México, Reino Unido, Sudáfrica y Venezuela y son responsables de iniciativas vinculadas con campos como el desarrollo social, la educación, la innovación, la economía local, la salud, el medio ambiente, la industria alimentaria, entre otros.
La candidatura del chef gaditano reconoce su labor como promotor del aprovechamiento de la pesca de descarte y sus aportaciones en el ámbito de la investigación y la innovación, generando, en colaboración con universidades e instituciones, un conocimiento que se traduce en oportunidades de desarrollo.
El hostelero cántabro, a la cabeza de Deluz, fue seleccionado por promover un modelo sostenible y responsable de gestión de restaurantes y personas. En su grupo, con siete establecimientos, se cuidan especialmente las relaciones con productores y agricultores ecológicos locales, así como el vínculo con entidades sociales en proyectos como Depersonas, un catering en el que emplea y potencia a personas con discapacidad intelectual.
El ganador será anunciado el 11 de julio y recibirá un premio de 100.000 euros para donar a un proyecto que exprese el poder transformador de la cocina.