Fernando VII ha sido considerado como el monarca ms denostado de la Historia de España, conocido como “el rey felón”. Estúpido, tramposo, cobarde, retrógrado…, “sin embargo, supo vencer a todos sus enemigos en 14 golpes de Estado, vencer a Napoleón y morir en su cam a”, señaló el autor de “Yo, el Difamado”, quien ha querido en esta novela con rigor histórico liberal saltar por los aires los numerosos bulos que se han lanzado sobre este Rey, que le tocó vivir en tiempo de Napoleón y su invasión de España tras una sarta de mentiras e intereses del nepotista mandatario francés. La madre de Napoleón, quiso que se cortara la cabeza de Fernando VII
Luis del Pino (Madrid, 1962), ingeniero de Telecomunicaciones y colaborador con distintos medios informativos contó en la presentación que dos libros le pusieron en pista sobre la actuación política de Fernando VII: “Un día de cólera”, de Arturo Pérez Reverte y “La desventura de la libertad”, de Pedro J. Ramírez, referidos al levantamiento del 2 de Mayo de 1808 y al trienio liberal.
El autor del libro dijo que se puso a investigar y recabar documentación de numerosas cartas de los Archivos españoles y franceses -correspondencia inédita, pues que no se ha publicado en España, mientras que en Francia se han publicado las más de cuarenta mil cartas de Napoleón- y allí descubrió la actuación positiva para España del rey Fernando VII, frente a su padre Carlos IV que entregó la Corona española al francés, llevado por los engaños del gran Depredador de Europa, que causó miles de muertos en el continente. y en España llevó al corte con las Españas del otro lado del Atlántico
Luis del Pino señaló con claridad la gran traición de Godoy -el gran interesado en enriquecerse- y las élites españolas ante Francia, frente a Fernando VII, que sí fue un mejor patriota, en medio de las circunstancias que le tocó vivir.
Luis del Pino reconstruye la conjura de El Escorial, los acontecimientos que desembocaron en la invasión napoleónica o el 2 de Mayo, o el enfrentamiento con las Cortes de Cádiz, redactadas por una casta política, que, en plena guerra y. sin legitimidad alguna de “Cortes constituyentes”, secuestró la soberanía del Rey en favor de la soberanía del pueblo, en la Constitución de 1812, “último vestigio de la Revolución Francesa”, así considerada por los vencedores de Napoleón en Francia, Inglaterra y Portugal. Una Constitución que excluía de la función pública a los discrepantes de su pensamiento.
El libro de 718 páginas “Yo, el Difamado”, en correlación a “el Deseado” como Rey, que le otorgó el pueblo español, lleva un clarificador árbol genealógico, una cronología, un alegato y in Proemio.