La policía del régimen de Stroessner (1954-1989) persiguió y torturó a los homosexuales. Fueron muchos más que 108, pero este código cifrado quedó como sinónimo peyorativo de "marica" en un país que ha recorrido mucho trecho desde los años ochenta pero que todavía no ha resuelto del todo este tema.
"Por ejemplo, a los travestis los pueden echar aún hoy de salas de cine, shoppings, restaurantes", explicaba la directora a la AFP en el pasado Festival de Cannes, donde se presentaba su película después de pasar por Berlín, Málaga, Buenos Aires, Guadalajara, entre otras muchas muestras internacionales.
"En Paraguay todavía ser homosexual es algo bastante grave. La película refleja mi indignación por lo que yo fui encontrando sobre las persecuciones durante la dictadura, escondidas bajo la alfombra", agregaba Renate Costa.
'108, Cuchillo de palo' se puede ver ahora en seis cines franceses, dos de ellos en París, donde este documental de 90 minutos de producción española, primer estreno de la nueva empresa Urban Distribution, ha recibido críticas muy elogiosas.
"La fuerza de '108, Cuchillo de palo' reside en ir más allá del documental familiar en primera persona. Siempre en su lugar, la realizadora sabe encontrar la dosificación justa entre su estatus de 'sobrina de' y una posición periodística con el fin de estar a la escucha del otro y hacer un acto de provocación en el buen sentido del término", escribe Critikat.com.
"Su investigación revela una realidad disimulada. Interroga a su padre, a su tía, a los amigos, y este documental tan personal se hace universal. Los silencios, las omisiones, las miradas huidizas cuentan un país de antes de la democracia. Y un sufrimiento que sigue en carne viva", comenta el mensual especializado Première.
Para el semanario Le Nouvel Observateur, la película de Renate Costa es "cine militante, digno, necesario", que en opinión del influyente mensual Les Cahiers du Cinema "consigue trazar el retrato conmovedor de una generación y un país heridos".
La directora tuvo que vencer la reticencia de su familia a volver sobre este episodio de su historia. "Para toda mi familia fue muy duro. Para mi padre, ver la película fue algo muy importante porque la historia real era como un cuchillo que llevaba clavado", explicó Renate Costa.
El diario Le Monde destaca precisamente que el diálogo entre padre e hija es "a la vez muy íntimo y perfectamente universal".
Renate Costa "no da en todo momento con el ritmo, con la distancia exacta para pasar del registro familiar a la historia. Esta torpeza pasajera (algunas secuencias son muy hermaosas) no quita para que '108, Cuchillo de palo' lleve un poco de luz allí donde no la había", destaca este diario.
La presencia de Paraguay, país de producción cinematográfica modesta, es algo inusual en las pantallas internacionales. 'Hamaca paraguaya', de Paz Encina, fue en 2006 la última película de ese país estrenada en Francia.