En caso de ir hasta el inicio de los tiempos, el Homo Sapiens no fue la primera especie que descubrió los beneficios de compartir sus alimentos. Los investigadores averiguaron que sus antepasados, los Neandertales, ya lo hacían. De esos banquetes vienen algunas religiones muy básicas, asociadas con el agradecimiento a entidades no corpóreas por los bienes a los que accedían los individuos.
Por supuesto, de ahí a ser testigos de cómo fueron apareciendo las fes contemporáneas y el papel de la mujer en la religión católica, que poco tiene que ver con el que tenía hace un siglo, hemos pasado por todo tipo de experiencias de adoración a dioses. Sean religiones monoteístas o politeístas, lo cierto es que las personas siempre hemos intentado aferrarnos a dioses y divinidades.
Esencial para la vida en grupo
Si hay una ventaja que los historiadores le atribuyen a la idea de fe o de religión es que ha colaborado enormemente en nuestra decisión de vivir en grupos. Al adorar a las mismas deidades, los sujetos comenzaron a organizarse en torno a comunidades más grandes que las que solían tener hasta esos momentos. Compartían unas mismas creencias, y se sentían hermanados bajo una fe.
Con el transcurso del tiempo, la importancia que se le da a la religión ha variado mucho. Desde aquellos antiguos pobladores mundiales que atribuían casi todo a la presencia de dioses, hasta el avance de la ciencia que nos ha permitido comprender fascinantes detalles sobre el funcionamiento del mundo, podría decirse que hoy en día la religión es algo más "místico".
El aumento de la venta de productos como imanes religiosos muestra que la adhesión no se ha perdido: cambió.
La iglesia a lo largo de la historia
Por otro lado, las iglesias han sabido acompañar los cambios sociales, en algunos casos adaptándose a los reclamos mayoritarios mientras que en otros siendo impulsoras de las nuevas maneras de vivir. Las mujeres en la Iglesia Católica, que hoy son casi tan preponderantes como los hombros, han ganado espacio dentro de esta religión en simultáneo con sus otras conquistas sociales.
La mujer en la religión católica no participa en el sacerdocio, pero sí dirige departamentos educativos, lideran organizaciones locales, nacionales e internacionales de caridad y se le ha encomendado una tarea fundamental como lo es enseñar la teología y la filosofía.
En las religiones cristianas, han ganado relevancia las figuras complementarias a Cristo. Muchos optan por alternativas como comprar rosarios para rezarle a cada una de las figuras que integran la religión cristiana católica. Estos objetos de culto son casi indispensables en las casas de quienes profesan esta religión y recurren a ellos en situaciones de preocupación, de debilidad, etc.
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