Las parcelas del viñedo más joven oscila entre 15 y 25 años de antigüedad, frente a las más longevas que fluctúan entre los 80 y 100 años; estas últimas asumen su bajo rendimiento, con la seguridad de que la excelente calidad de sus frutos se reservan para elaborar los vinos más exclusivos de la Casa. Todas ellas, fueron plantados sobre los 850 metros de altitud - y orientación Sur-Sureste -, ubicación protectora de los contrastes térmicos característicos en Ribera del Duero.
Recientemente, se pusieron en cultivo nuevas parcelas de viñedo que han sido injertados con sarmientos de cepas viejas de la variedad originaria, depositaria del genuino clon del viñedo familiar. Las siete elaboraciones de vinos tintos de Viña Mambrilla, hechos con el excelente tempranillo ribereño (tinta del país), son creación del enólogo Rodrigo Arranz, nieto del paterfamilias fundador de la bodega. Salen al mercado con el nombre de Alidis, y comprenden una variada selección elaboradora, que comienza en los estupendos jóvenes de Alidis, crianzas y reservas, para finalizar en dos formidables vinos de autor hechos con uvas seleccionadas de viñedos centenarios: Alidis Expresión y Alidis V.S.
Aunque la crianza y maduración de estos vinos transcurre en diferentes tipos de barricas de roble, (centroeuropeo, francés y americano), los altos de gama referidos, Alidis Expresión y Alidis V.S. únicamente se nutren de la finura y elegancia que le aporta el roble francés adquirido en tonelerías seleccionadas del país vecino. Ambos vinos asumen un proceso de elaboración diferente al resto de los vinos; no sólo por la calidad del fruto seleccionado, también debido a los diferentes procesos de elaboración, ennoblecidos por el contacto con el roble francés, donde se realiza una definitiva y diferenciada fermentación malo-láctica, permaneciendo en las mismas por espacio de 24 meses, antes de concluir su proceso de afinado en botellero.
(Bodegas familiares. El milagro del vino. Invitado por doña Adela, junto a un grupo de colegas, tuve ocasión por vez primera, de probar los estupendos Alidis que elabora su sobrino Rodrigo en Bodegas Viña Mambrilla. Tía Adela, al frente de las RR.PP. de la bodega ribereña (ejerció como directora de hotel hasta su jubilación), no creía el aforismo: “El buen paño, en el arca se vende”. Investigaba la posibilidad de encontrar la persona adecuada para encargarle distribuir sus Alidis en Madrid. En aquel grupo expedicionario, destacaba, no solo por su altura en centímetros, Nacho (Ignacio Bueno); la amabilidad, don de gentes y simpatía del joven, no pasó inadvertido para ese sexto sentido que poseen las damas.
Ya en Madrid Nacho recibía la llamada de Adela. Rodrigo viajaba para atender a un cliente en Madrid, y deseaba entrevistarle. Nacho le aseguró ser buen conocedor del comercio madrileño, aunque sin experiencia en el sector del vino. Rodrigo arriesgó, intuyendo el talento del madrileño, que al poco tiempo comenzaba la distribución de los tintos de Alidis. Exponencial ha sido el incremento comercializador en unos años de esta marca, que ya es conocida en una buena parte del territorio nacional. Pude comprobarlo en el reciente Salón de Gourmets. Visité el stand de Viña Mambrilla y Alidis junto a profesionales del sector, interesados como yo mismo, en estos estupendos vinos).