El autoproclamado Estado Islámico (ISIS) confirmó su presencia en el sur de Filipinas en un primer vídeo oficial en el que cuatro facciones diferentes no identificadas juran lealtad a la organización, informó el grupo especializado en terrorismo yihadista SITE.
En la pieza, de más de 20 minutos y que ha sido publicada en varias páginas de internet, aparecen también militantes filipinos, indonesios y malasios instando a sus compatriotas a unirse a ISIS y a llevar a cabo ataques en solitario, citío Efe.
"Si no puedes ir hasta Siria, uniros a los muyahidines de Filipinas", afirma uno de los terroristas en las imágenes, según dijo la directora de SITE, Rita Katz, a través de Twitter.
El vídeo muestra además la decapitación simultánea de tres hombres que no fueron identificados en lo que aparenta ser Siria o Irak.
"Seguiremos luchando y haciéndonos la guerra. Aterrorizándonos. Inculcando miedo en vuestros corazones", dice en inglés uno de los ejecutores.
Katz indicó en la misma red social que "el vídeo de ISIS en Filipinas no es ninguna sorpresa" y subrayó que la milicia yihadista "ya ha dicho en varias ocasiones tener una red ahí, y la primera vez fue en agosto de 2014".
El grupo radical Abu Sayyaf, la formación rebelde más violenta de Filipinas, se ha declarado seguidor de ISIS y ha afirmado formar parte de esa organización en numerosa ocasiones.
Sin embargo, las autoridades filipinas han negado repetidamente que Abu Sayyaf tenga cualquier tipo de conexión con ISIS, y atribuyen la reivindicación del vinculo a fines propagandísticos.
Abu Sayyaf ha decapitado en los últimos dos meses a dos ciudadanos canadienses, John Ridsdel y Robert Hall, al no recibir el rescate en el plazo exigido.
Además, amenaza con matar a uno de los dos rehenes que secuestró junto a Ridsdel y Hall, el noruego Kjartan Sekkingstad y la filipina Marites Flor.
Abu Sayyaf fue creado en 1991 por un puñado de excombatientes de la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética y se le atribuyen algunos de los atentados más sangrientos de los últimos años en Filipinas.
El grupo recurre a los secuestros para financiarse y en la actualidad retiene, además de al ciudadano noruego y la nacional filipina, a un japonés y a un holandés.