Tres Comisarios y un Subcomisario Ligados a la Seccional 5a de la Policía Federal Acusados por Delitos 

Las aparentes “investigaciones” se habrían iniciado por datos proporcionados por vecinos (?), lo que sería historieta para disfrazar un mal conocido e insostenible que aumenta por falta de controles en la fuerza y posiblemente por un dulce “mal repartido”, porque se sabe que estos vicios (no generalizo) comienzan en la segunda jerarquía de oficial y hay una cadena de proteccionismo durante toda la carrera. Explico: en forma de embudo invertido, desde todas partes, el dinero en cifras millonarias iría hacia arriba, por eso el manejo de las fuerzas de seguridad y municipalidades siempre han sido los “botines de oro” más codiciados.

Folklórica Impunidad

Algunos jefes de esa comisaría (como de otras áreas) ascendieron, pasaron cómodos por cargos importantes, se habrían enriquecido y retirado con lujosas propiedades, asociados a empresas, dueños de campos, casas de veraneo en las más costosas zonas turísticas, varios automóviles último modelo y otras inversiones nunca investigadas ¿razones? seguramente dejaron ganancias a pícaros intocables y así..."todos contentos".

He investigado de cerca y conocí a la mayoría de estos señores, máxime al infiltrarme en una empresa que denunciaba "permanentes" asaltos, consiguiendo (previa certificación firmada) que me nombraran asesor de prensa de cadena de locutorios y locales de internet en jurisdicción de las comisarías 3a., 5a. y 17a., donde se contabilizaron más de 120 robos a mano armada y sólo había vigilancia "especial" cuando el propietario pagaba protección a autoridades policiales, llegando a mi conocimiento -cuatro o cinco años después-  los métodos de esa sociedad para evadir impuestos y aparte que más de la mitad de los robos denunciados eran inventados por el inescrupuloso empresario (dueño de campos, automóviles importados y diferentes comercios en la provincia de Buenos Aires donde vive), para cobrar fraudulentamente los seguros de las tarjertas de telefonía celular, etc., en connivencia con otros personajes que me reservo mencionar, asunto que cuestioné al individuo y al verse descubierto me sacó del trabajo y no le quedó otra salida "legal" que cerrar varios locales del centro de la Capital Federal.

Investigaciones y Delitos

Un 20 de diciembre solicité al comisario de la 5a. que me permitiera dejar a su cuidado en la Dependencia a un valioso perro, otro rescatado herido en la calle quedó alojado en el corralón que la seccional posee a media cuadra donde amontonan y olvidan vehículos incautados judicialmente. Al perro de raza pude recuperarlo, pero al otro se lo llevaron sin mi autorización a pesar de haber un documento con  condiciones firmadas y avaladas por el jefe de la comisaría, lo que ocurrió con dos animales y prueba que se ensucian por un perro. 

Tres personas me habrían seguido hasta un comercio de cinematografía de calle Junín esquina Tucumán enterados que cuatro veces a la semana iba un par de horas por la tarde a conversar acerca de películas con un amigo editor y al salir un momento, dos hombres de traje oscuro y una mujer mezclados entre el público aprovecharon a robar un bolso de cuero que dejé debajo de un escritorio de difícil acceso, perdiendo tres teléfonos celulares, equipos de prensa (diferentes cámaras y grabador), filmaciones, grabaciones de conversaciones, innumerables fotografías, juegos de llaves, documentos, certificaciones, dos agendas, una suma considerable de dinero, etc., sin poder dar alcance a los autores porque  escaparon en automóvil sin identificación. Ninguna autoridad me citó para investigar el hecho, la maniobra delictiva estuvo dirigida a sacarme el material de prensa (parecido a la agresión que sufrimos con mi novia el 3 de septiembre pasado a la noche cuando nos cerraron el paso dos automóviles y descendieron ocho individuos quedando adentro los conductores y otro sentado adelante que posiblemente los dirigía, hecho que decidimos no denunciar porque no están dadas las garantías, por suerte con el apoyo de un pit bull terrier sólido como una roca y entrenado para actuar conmigo pude resolver rápido, sufriendo lesión en una pierna cuando al final neutralicé al que exhibió un arma de fuego desde la ventanilla de uno de los vehículos; mi novia tuvo una crisis nerviosa, médicos particulares atendieron mi pie con un dedo roto y otra fractura casi expuesta y durante cuarenta y cinco días no difundí el caso).

Volviendo al robo del bolso, en ese mismo comercio de Junín y Tucumán, en otra ocasión hubo un raro tiroteo de un posible policía que corría a un supuesto ladrón (?), impactando proyectiles contra el centro de la vidriera del local a la vista de transeúntes y comerciantes, y lo curioso es que no llegaron patrulleros de la comisaría 5a. que está a una cuadra y media (que según fuentes confiables cobraba para "vigilar" esa esquina de mucho movimiento). Hubo daños en el salón y riesgo para personas y la justicia no se dio por enterada; el dueño recogió las vainas en la calle, dejó los plomos encamisados de bronce que rompieron estanterías y produjeron agujeros en paredes, esperó dos días la llegada de "peritos" oficiales y al ver que las autoridades de jurisdicción hicieron oídos sordos, me entregó los elementos para una nota de prensa. Saqué fotografías y sugerí dejar la vidriera con la  perforación y partes visibles astilladas en círculo, colocando un cartón del lado interno. Un supermercado vecino recibó en el frente una o dos balas perdidas y también fue ignorado, entonces el empresario decidió vender su parte al socio y no tener comercio en la zona. ¿Aprietes? ¿Intereses tocados en alguna investigación?

El comisario de ese momento llegó a ocupar cargos importantes y se retiró con sólida posición económica, siendo precisamente sus hombres de confianza tres subcomisarios que pasaron por el lugar, uno enviado a la seccional 23a. que se habría quedado con un perro ajeno y los 2° jefe y 3° jefe que fueron noticia reciente por presuntos casos de corrupción, es decir, el que el año pasado habría estado involucrado en un robo a un banco en avda. Callao (a tres cuadras de la 5a.) y el ascendido a comisario inspector titular de la Escuela Superior Federal, denunciado la semana pasada.

Los Vicios se Heredan

Si vamos a la década del '90, en la Comisaría 5a. las irregularidades se sostenían con igual impunidad. Por ejemplo, un señor de posible nombre "Oscar" que pertenecía a la “Asociación Amigos” de esa seccional tenía un local de venta de películas a menos de cuatro metros de la sede policial y era dueño de cines donde se proyectaba pornografía, con un familiar socio que residía en Chile; al comercio llegaban bellas señoritas presuntas participantes en esas filmaciones (he escuchado también que usaban animales), mientras dos señoras mayores muy gentiles eran vendedoras de videos usados que exhibían en mesas ubicadas en la entrada, películas policiales, clásicas y de aventuras y me hice cliente para averiguar ciertos asuntos y conexiones.

Las señoras jubiladas se limitaban a vender películas para todo público y no parecían mezcladas en asuntos de trastienda (una pariente de "Oscar" y la otra ex empleada de la Municipalidad ). Llegaban señores para negociar con el dueño ingresando a su oficina por una puerta del fondo que siempre estaba con llave, desde el baño se veía un impresionante depósito de películas, siendo pantalla lo de adelante (local común, aparentemente sin habilitación) y el material pornográfico -que no pude verificar-, era llevado en cajas y guardado en la comisaría 5a.

Lavalle es calle angosta donde pasan líneas de ómnibus y la vereda opuesta estaba ocupada por vehículos del personal policial y ambulancias de un sanatorio lindero, motivo por el que "Oscar" contaba con autorización (se manejaba como en su casa y pasaba mucho tiempo en la Dependencia  donde las empleadas tenían que buscarlo) para cargar la mercadería en vehículos de clientes usando el sector de entrada de patrulleros y playa cubierta interna. Entiendo que la historieta no resulte clara, pero las comisarías céntricas siempre han tenido secreto amparo.

Un año investigando entretelones despertó el avispero y tuve que dejar el papel de cliente del local, el dueño lo cerró sin perder tiempo y las empleadas fueron despedidas. Las encontré una mañana y criticaron la actitud del hombre porque "no las habría indemnizado". 

Zonas Liberadas, Corrupción y Presiones 

En publicación de este año hice un listado de comisarías clave, sin tratar de cuestionar a autoridades políticas ni poner en dudas el prestigio de la institución policial. Como hombre de prensa me referí a vicios añejos y la necesidad de controles para que no se extiendan, hechos que sólo pueden señalarse desde publicaciones porque las denuncias ante cualquier área competente por algún misterio nada corrigen; expliqué muy por arriba asuntos de la seccional 7a. donde seguí de cerca la labor de  jefes durante años, pero como los de otras oficinas... fueron premiados con jerarquías altas y cargos de poder a sabiendas de la división Asuntos Internos. Muchos testigos afirman (máxime años atrás) que han recibido presiones por denunciar, que existiría inexplicable respaldo a “maestros” de las recaudaciones ilegales (todos los boliches bailables arreglaban, aparentemente también "Cromañón" y varios jefes nunca fueron tocados). Serían más de doce los impunes (no generalizo) y de manera parcial en septiembre pasado se ocuparon de sancionar por presunto enriquecimiento ilícito a uno o dos comisarios que pasaron por la 7a. (ascendidos y destinados a lugares de privilegio, "descubiertos" tardíamente), es como si una ciudad tuviera una epidemia grave y las autoridades decidieran vacunar cinco años después solo a diez o quince personas ¿estarían controlando el mal o dejando que se ramifique?  

El tango “Cambalache” de Enrique Santos Discépolo, año 1935, encaja en nuestra sociedad como fuente de verdades.

Acerca de la Comisaría 5a. dije meses atrás:  "con jurisdicción en fiscalías contravencionales, Casa del Gobierno de la provincia de Buenos Aires y otras delegaciones oficiales, zona de conocidas e impunes bandas de arrebatadores, entidades bancarias, grandes empresas de telefonía celular, cadenas de prestigiosos hoteles, restaurantes de lujo, casi todas las distribuidoras cinematográficas, etc.".

Entre lás más "populares" está  la Comisaría 6a. que por razones inconfesables nadie quiere investigar. Hice hincapié en otro artículo que sería la de mayor impunidad, tal vez por ser vecina al Congreso de la Nación  y tener fuertes vinculaciones políticas.

La 6a. está ubicada entre innumerables hoteles y pensiones, decenas de parrillas, pizzerías, heladerías, fiambrerías, ferreterías, zapaterías femeninas, tiendas, librerías, perfumerías, casas de ropa deportiva, sastrerías, gimnasios, prestigiosas farmacias, importantes restaurantes, sedes de poderosos partidos y agrupaciones políticas, confiterías al por mayor, Depto. Central de Policía Federal (nido de "caciques"), famosos institutos médicos, cadenas de supermercados, casas de juego, bancos, redes de jugueterías, muchas fábricas y salones de exposición de muebles, centenares de comercios sin habilitación montados por extranjeros, decenas de ruidosos boliches frecuentados todas las noches por menores de edad para consumo descontrolado de alcohol (fácilmente comprobable), escándalos nocturnos en las calles, impunes bandas de arrebatadores, venta y consumo de drogas en alrededores de la comisaría, del Congreso nacional y Anexo, de edificio de Fiscalías Contravencionales, etc. ¿Negarán la realidad?, pandillas violentas dueñas de la jurisdicción, avenida Belgrano y avenida Entre Ríos (peor las calles oscuras) liberadas al delito mientras hay comercios protegidos por posibles sobornos y un kiosco de cigarrillos y gaseosas -propiedad de una “vistosa” mujer- donde (aseguran fuentes confiables) retirarían algo "importante" los jefes de móviles cada hora aproximadamente (¿gaseosas y galletitas?), dejando dos uniformados de custodia en su interior ¿qué protegen?  Los que manejan el circo no detectan ese  movimiento porque preferirían trabajar en una pícara burbuja de desconocimiento; varias casas tomadas serían refugio para negociados sucios, incesantes robos a comercios, arrebatos a toda hora, los patrulleros no recorren la jurisdicción y demorarían excesivamente en las emergencias (datos recogidos entre damnificados), habría “arreglos” con decenas de prostíbulos encubiertos en edificios de propiedad horizontal, lugares de corrupción y abuso de menores indigentes a sabiendas de autoridades, irregularidades con aparente vista gorda de la Jefatura II de Zona a la que alertarían vecinos indignados sin obtener soluciones. Esta jefatura se ha caracterizado a través de años en amparar incumplimientos de deberes y abusos de comisarios bajo su órbita, sumado a rara “tolerancia” de la Dirección  General de Comisarías, Superintendencia de Seguridad Metropolitana y aparentemente de algunas autoridades Contravencionales. Testigos afirman que han sido presionados por un subcomisario y otros funcionarios para que no molesten a ciertos inadaptados protegidos y eviten denuncias que van a rápido archivo en fiscalías.  

Conforme a prolijas averiguaciones, Congreso sería el barrio céntrico de la Capital Federal más desprotegido (aunque presenten falsos mapas del delito y estadísticas ajenas a la realidad); lo cierto es que eludirían tomar denuncias, actos ilegales que se agravan al dejar sin vigilancia la jurisdicción a partir de la hora 20, maniobras de jefes policiales presuntamente “recaudadores”, sostenidos desde sectores influyentes, “servidores públicos” arbitrarios que darían seguridad de manera “selectiva” en zonas comerciales, olvidando sectores problemáticos. A la noche solo cuidarían lugares donde la cosecha sería “buena” y después todo queda desierto, salvo el kiosco donde concurren a retirar “algo” sin disimulo (¿caramelos y cigarrillos?), igual otro local ubicado casi a trescientos metros con dos policías también en trastienda ¿qué cuidan? (preguntan los consultados), mientras desatienden calles, plazas, avenidas y lugares donde muchos vecinos no cederían a presuntos pedidos de “colaboración” (coimas).

Numerosos damnificados, dueños de locales y profesionales respetables entrevistados por colaboradores de prensa, no se atreven a presentar quejas por temor a represalias policiales; dicen que todo el personal parece estar influenciado o preparado para trabajar en ese marco de situación y de “ventajas económicas”, es decir, mucha gente decente no se atreve a radicar denuncias acerca de delitos sufridos por las trabas que encuentran en sede policial y hasta coacciones en ese organismo federal

Un control de labores de todo el personal y planificación de "vigilancias" ordenadas por la superioridad sería suficiente, no esperar que ocurran hechos desagradables para simular “sorpresa”, además dicen que a un jefe del año pasado lo “premiaron” enviándolo a la comisaría 1a. (más cerca del poder político), quedando en la 6a.  (según trascendidos) un personaje muy respaldado que habría sido llevado por un ex jefe de Zona II que siendo comisario de la céntrica seccional 3a. lo tuvo como oficial principal en la oficina de Judiciales, jurisdicción donde siempre hubo alto índice de delitos, arbitrariedades y arreglos con comerciantes para brindar seguridad selectiva, no general (algunos jefes de la 3a. ascendidos, después terminaron sacados de la Institución ). Investigué a esa Dependencia durante más de dos décadas, registré y publiqué decenas de casos graves y de vergüenza, trabajé como asesor de prensa en comercios de jurisdicción y en lo personal sufrí muchos hechos delictivos (comprobados por testigos) que no denuncié en justicia y lo hice en medios donde escribía acerca del tema. 

El ciudadano común teme represalias de muchos sectores oficiales hilvanados, las cadenas de corrupción se cortarán un poco cuando haya firmeza y verdadera decisión política de combatir el mal. Las irregularidades pueden constatarse con elemental observación de la labor policial en la calle y en dependencias, no pidiendo “controles” o “investigaciones” a la misma fuerza porque podrían aparecer encubrimientos y tampoco esperar con sospechosa comodidad que el pueblo se arriesgue a denunciar. Deberían averiguar formas de vida, lugares de residencia, zonas de veraneo, tarjetas de crédito, cuentas bancarias, bienes adquiridos, incluyendo al entorno familiar para detectar enriquecimientos ilícitos.

Carlos Estrada  (apolítico) *escritor, ex cronista especial durante casi veinte años de revistas nacionales y provinciales especializadas en asuntos policiales, ex periodista parlamentario y columnista de revistas jurídicas, a través de décadas descubridor de casos de corrupción que tuvieron resonancia. Periodista de investigación con documentada trayectoria pública desde 1970.

Buenos Aires, Argentina, 2 de diciembre de 2012.

Nota: La Policía Federal Argentina es una gran Repartición (en la década del '60 considerada una de las mejores policías del mundo), innumerables integrantes son servidores dignos y los vicios de un importante porcentaje  podrían corregirse si los hombres se sintieran cuidados por el Estado; en todas partes hay personas que nunca se deforman y otras que delinquen con facilidad y la corrupción se fortalece cuando los uniformados no se sienten valorados y sufren necesidades por sueldos bajos, sumado a falta de equipamiento y capacitación, sin respaldo para luchar contra el delito. Para que la policía brille por actos transparentes y justos debe ser atendida en sus necesidades (sin tolerancia a abusos o ilícitos), además los sucesivos gobernantes tienen que terminar con promesas vacías y que la seguridad sea una realidad en la descuidada ciudad de Buenos Aires.

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