En una visita a Ecuador, casi parece imposible no pasar por la costa. De norte a sur se pueden apreciar importantes extensiones de playas vírgenes, al lado de los vestigios precolombinos que han ido marcando la historia del país.
Toda la zona de costa es una región que está localizada al oeste de la cordillera de los Andes y atravesada también por una cadena montañosa de menor altura, con planicies aluviales. Hay ecosistemas de bosques lluviosos tropicales en el norte, sabanas tropicales en el centro y sudoeste y bosque seco en la franja peninsular occidental y meridional.
Se distinguen dos ecosistemas adicionales caracterizados por sus comunidades animales y vegetales: las entrantes de manglar y las áreas de playas y acantilados conocidos por su peculiar formación rocosa. Hay abundantes cultivos de bananos, café, cacao, arroz, soja, caña de azúcar, algodón, frutas y otros cultivos tropicales que abastecen la demanda de los mercados nacionales e internacionales.
Sólo la parte occidental tiene 650 kilómetros de costa y 110 playas de norte a sur en su litoral. Están preparadas en todo momento para el turista, con un buen clima todo el año y un entorno adecuado para la tranquilidad, con proximidad a zonas de pesca.
Manglares y medio ambiente marino ofrecen a los peces y a los crustáceos un hábitat ideal y forman parte de los recursos de la pesca .Dentro de la región, se pueden encontrar tres zonas, con sus propios atractivos turísticos: Norte, Centro y Sur.
Esmeraldas
Esmeraldas es la provincia más septentrional del país, en el litoral norte, que combina playas soleadas con bosques semitropicales ricos en frutos. La capital se encuentra próxima al lugar donde desembarcaron los primeros conquistadores españoles. Ha tenido un importante golpe en el año 88 con el Niño, pero intenta recuperarse.
Habita una gran parte de población negra, con carácter alegre, que distingue a su especial folklore, lleno de ritmo y colorido . Sus habitantes han heredado de la cultura la música y la danza, con su máxima expresión en la marimba, nombre también de la fiesta típica.
Uno de los grandes atractivos para los turistas, son las playas de Atacames y Súa, al sudeste de la capital. A 30 kilómetros se encuentra uno de los grandes centros turísticos de vacaciones más concurridos del país, que se mantiene con todo el encanto del entorno.
El pueblo tiene varios talleres que trabajan con objetos ornamentales en coral negro y rojo. Hacen entre otros artículos collares, pulseras y pendientes que venden en los puestos de la calle.
Dos museos destacan para visitar, el Arqueológico Carlos Mercado, en la Casa de la Cultura, para ver colecciones de arqueología, arte colonial, contemporáneo y etnología. Por otra parte, el Museo Arqueológico de la Facultad de Ciencias de la Educación, que alberga una valiosa colección de objetos arqueológicos.
Súa es un pueblo pesquero agradable y tranquilo que se localiza a seis kilómetros de Atacames , con una tranquila playa. Allí se preparan los deliciosos encocados de pescado, camarón y marisco.
Hacia el sudoeste, a 10 kilómetros, llegamos a Same, que tiene una de las playas más bellas de este litoral, en un lugar salvaje. Se encuentra en medio de palmas y aguas cristalinas.
Algo más lejos, a 48 kilómetros de Esmeraldas, fuera de la zona turística, está Muisne, población asentada sobre la isla del mismo nombre. Su carretera queda cortada al borde de un estrecho brazo de agua que se atraviesa en canoa para llegar hasta el pueblo. El recorrido por una larga calle nos lleva hasta las extensas playas del otro lado de la isla, al frente del Pacífico.
Es un lugar adecuado para descansar unos días con toda tranquilidad, aunque hay pocos turistas que lleguen hasta esta zona. Sus alrededores tienen importantes manglares, cada vez más amenazados por los criaderos de camarones. La Fundación de Defensa Ecológica (Fundecol), se ocupa de salvaguardar el entorno, con las numerosas aves acuáticas, moluscos, crustáceos y peces y organiza excursiones.
Otras playas conocidas por su hospitalidad son Tonchingue, Playa Ancha, Tonsupa o Castelnuovo, con especial desarrollo turístico. Además hacia el norte Playa de Oro, con el último remanente del bosque Chocó y otras como Camarones, Colope y Río Verde.
Interesante atractivo para el turista en la zona, es la Reserva Ecológica de Cayapas-Mataje, en la zona fronteriza de Colombia. En este Parque el manglar es el protagonista, con sus raíces suspendidas en el aire, que propicia uno de los ecosistemas más productivos del mundo.
Manabí
Alrededor de 350 kilómetros tiene el litoral hacia el sur, en la costa de Manabí, zona próxima a la capital del país, con el recurso del turismo como una de las principales actividades de la provincia y una gran afluencia durante todo el año.
Bahía de Caráquez es la localidad que tiene todo lo que el turista pueda solicitar. Su puerto invita al descanso y a disfrutar del sol y de sus playas. En sus proximidades existen sitios de interés arqueológico y ecológico con diversas especies de animales y vegetales.
Dentro de las áreas de principal atractivo, se encuentran Manta y sus playas, El Murciélago, Portoviejo, Cojimíes, Puerto López y el Parque Nacional Machalilla. Desde estas playas se ven en lo lejos del océano, las islas de Salango y La Plata.
Manta es una ciudad en la que se encuentra el segundo puerto marítimo de Ecuador y es un lugar de parada de los cruceros internacionales que recorren el Caribe y Pacífico de América Latina.
Tiene una historia destacada, ya que era un centro de navegación notable antes de la llegada de los españoles. Fue fundada en 1535 por Francisco Pacheco y dentro de su cultura de origen, podremos ver en el museo de la ciudad restos de cerámica policroma, bisutería y otras artesanías.
Con una superficie de 55040 hectáreas , el Parque Nacional Machalilla, abarca tres zonas climáticas: bosque húmedo, seco y extremadamente seco, que tienen diversidad de plantas y animales. Su posición ocupa una lugar de interés en la zona.
Al sur de la provincia se encuentra la Cascada de Procel, en el cantón de Paján. Es una caída de agua natural que permanece viva todo el año, hasta donde se puede llegar desde la aldea en un recorrido a través de un sendero guiado.
Sur
Abarca las provincias de Guayas y El Oro, con ciudades modernas, buenas playas y espacios adaptados para el turismo y la práctica de deportes náuticos, pesca y buceo, además de poder realizar excursiones a las minas de oro del interior.
Santa Elena es un centro turístico importante tanto nacional como internacional. Tiene como referencia la ciudad de Salinas, entre las más modernas del país, muy frecuentada por los ecuatorianos en época de vacaciones. Tiene un puerto náutico e instalaciones para la práctica deportiva. El sector marítimo es apreciado para la práctica de pesca de altura.
El archipiélago de Jambeli es un paraje bello de pequeñas islas rodeadas de verdes manglares. Tiene pequeñas playas limpias y llenas de vegetación. Hasta allí se llega por Puerto Bolívar, en un cruce de pequeñas embarcaciones.
Cerca se encuentra la isla Santa Clara, el mayor refugio de aves del país, que abarca una solitaria de pescadores, atractiva por el interés de sus aves y fauna.
Guía
Clima
Las temperaturas son agradables durante todo el año y oscilan entre los 22º y los 26º. El invierno dura de diciembre a mayo y el verano de junio a diciembre. La corriente cálida conocida como corriente del Niño provoca un aumento de índices de pluviosidad entre los meses de enero a mayo. En Esmeraldas y Manabí las lluvias son más abundantes.
Alojamiento y Comunicaciones
En todas las zonas próximas al litoral existen todo tipo de alojamientos y de precios diferentes. Varían en función de la zona, características y servicios.
Diversas compañías aéreas tienen varias alternativas de vuelos que enlazan con la capital desde España y otros puntos europeos, para llegar a los aeropuertos más próximos.
Gastronomía
En los pueblos del litoral son típicos los platos elaborados con pescado y marisco. Destacan los camarones, pulpos, doradas y una gran variedad de mariscos como langosta, ostras, xaibas. Se acompañan de salsas y se presentan en las tradicionales cazuelas de productos del mar, también con maní, yuca y cacao. Entre los postres se encuentra el turrón de maní con miel y frutos tropicales.
Folklore y artesanía
Tiene una gran importancia el folklore esmeraldeño, en especial la Marimba, espectáculo de ritmo, música, seducción y colorido. El currulao o danza de la marimba es un baile apasionado con raíces africanas.
En artesanía el coral negro es la muestra más popular de la zona de Esmeraldas. Se trabaja en forma de brazaletes, pendientes y collares y se puede encontrar en los mercados de San Lorenzo, Río Verde y Atacames. Otros productos son las cesterías de fibras vegetales, los instrumentos musicales de inspiración africana y en los artesanos manabitas los artículos de paja toquilla, sombreros “Panamá Hats” en las ciudades de Montecristi y Jipijapa.