El presidente Juan Manuel Santos, en un acto en Bogotá, dijo que la situación ya estaba bajo control y que tales ataques demostraban "el desespero" de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los insurgentes "están sintiendo que los estamos apretando (presionando) cada vez más... les estamos arrebatando su santuario y su madriguera", dijo el presidente al final de un acto en la capital y transmitido en vivo por la televisora estatal.
Dijo que en el ataque con explosivos el conductor aceleró y se lanzó del carro poco antes de que estallara. "Fue un ataque de esos de suicidio terrorista", dijo el mandatario.
Los ataques con disparos, lanzamientos de morteros artesanales y un coche bomba ocurrieron en los municipios vecinos de Caldono, Toribío y Corinto, este último al que hizo referencia el presidente, todos ubicados en el norte del departamento de Cauca y a unos 320 kilómetros al suroeste de Bogotá.
Poblados del norte de Cauca, como Caldono, Toribío y Corinto, han sufrido al menos en el último año varias incursiones rebeldes, debido principalmente a que son parte de un paso hacia zonas de los vecinos departamentos de Huila y Tolima, donde las autoridades dicen que se mantienen jefes de las FARC.
En Caldono un hombre resultó herido, otros siete civiles en Toribío y tres uniformados en Corinto, según las autoridades.
La situación de mayor gravedad se presentó en Toribío donde el alcalde, Carlos Banguero, dijo en diálogo telefónico que una "chiva" o autobús cargado de cilindros de gas, a los que los rebeldes tradicionalmente agregan metralla, estalló a una cuadra de la sede de la alcaldía por la mañana.
"Esa fue la primera explosión y después vinieron más" por disparos y morteros artesanales, dijo el alcalde al asegurar que el ataque pudo ser peor porque como cada sábado la plaza central del poblado, como en muchos otros, se realiza un mercado popular.
La sede de la alcaldía resultó con daños graves y evaluaban el impacto en casas y comercios vecinos, dijo el alcalde de Toribío, una localidad de unos 30.000 habitantes, la mayoría de ellos en zonas rurales. Un ataque similar al de la jornada, dijo, no ocurría al menos desde el 14 de abril del 2005.
El gobernador del departamento del Cauca, Guillermo Alberto González, confirmó en entrevista telefónica que el frente "Jacobo Arenas" de las FARC hostigaron a Toribío y un policía murió.
Indicó que las FARC habían hecho lo mismo más temprano en Caldono y luego en Corinto.
"La situación en Toribío es muy grave", según el gobernador.
Indicó que en Toribío al menos siete civiles resultaron heridos, cuatro de forma grave.
En Corinto al menos tres uniformados -dos agentes policiales y un soldado- resultaron heridos cuando pasado el mediodía estalló un coche bomba frente a la estación de policía, dijo en entrevista telefónica el alcalde de la localidad, Gilberto Muñoz.
Dijo que las autoridades atribuían el ataque al Sexto Frente de las FARC y que examinaban también los daños ocasionados a casas cercanas a la estación de policía. Imágenes de la televisora RCN mostraron casas y locales sin techos ni ventanales, árboles destruidos y uniformados recorriendo el área.
En Caldono, la alcaldesa Enelia Salinas, dijo telefónicamente que el ataque iniciado cerca de las 11.00 horas (1600 GMT) se extendió entre 40 minutos a una hora y que sólo hubo un herido, un joven de 27 años con lesiones leves en un hombro.
"No entendemos, con tanta presencia militar, policial, qué esta pasando", dijo Salinas. "Con todos esos esfuerzos (de seguridad) y se ensañan contra nosotros". En el poblado de unos 32.000 habitantes, la mayoría son de ascendencia indígena nasa dedicados a cultivos agrícolas, indicó.
Salinas aseguró que el ataque de la jornada fue el segundo desde el 20 de mayo, cuando rebeldes hostigaron la localidad por casi nueve horas.