Virgen del Campo interpretó el Romance del Conde de Lara, el Pericote de Liébana y jotas montañesas a lo alto y a lo bajo.
Los grupos extranjeros fueron Tikaland-Kanoknat Thai-Theatrical Art School, de Tailandia, y la Compañía de Danzas Independiente Fusión Folklórica de Hidalgo (México), que interactuaron con el público asistente dando a conocer no solo su folclore, sino sus tradiciones y costumbres o su particular forma de vestir.
El grupo de danzas Virgen del Campo de Cabezón de la Sal ha llevado a cabo una intensa actividad durante las fiestas patronales de la localidad, participando tanto en actos religiosos como profanos. Así, estuvo presente en el Pregón del Día de Cantabria. En la noche del día 12 bailó los picayos a la Virgen del Campo, patrona de la villa, y la acompañó con sus bailes hasta el templo parroquial.
Los picayos volvieron a interpretarse en el exterior de la iglesia al día de la Virgen del Campo, patrona de Cabezón de la Sal, que en este año coincidió cln la celebración del Día de Cantabria. Además intervino en el Festival Folclórico Internacional que tuvo lugar en la plaza de La Bodega.
La actividad continuó el día 15, con los picayos y el canto de la Salve de las Doncellas. Por último, el día de San Roque el grupo de danzas local bailó los picayos, en el barrio de La Pesa, en honor del “protector de las pestes”.
La fundadora del grupo de danzas, junto con el coro Campesino Voces Cántabras, en el año 1.924, fue Matilde de la Torre, escritora, folklorista y musicóloga, que los dotó de rigurosa calidad artística y gracia como lo demuestran su depurado repertorio de canciones y las celebradas piezas de danza “La baila de Ibio”. “El romance del Conde de Lara” y los” Picayos”.
Si bien en sus orígenes marcharon junto Voces Cántabras y Virgen del Campo, tras la Guerra Civil, el coro cesó en su actividad, continuando por libre, hasta nuestros días, el grupo de danzas.
Su director es Gabriel Morante.
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