El encargado de preparar el cocido fue el cocinero Carlos Merino, que contó con las arvejas cultivadas en la localidad de Orzales por Julián del Barrio, actual presidente de la Asociación de Cocineros de Campoo los Valles, que acompañó en el almuerzo a los cofrades, que estuvieron encabezados por su presidente, Gabriel Argumosa.
Las arvejas son las legumbres secas de la vaina del guisante. Su cultivo le mantiene algún vecino de forma testimonial. Precisamente, para potenciar este guiso se creó, hace años, la cofradía gastronómica Amigos del Nacimiento del Ebro, que dirige José Ángel Torre.
Es un cocido calórico, de subsistencia y de aprovechamiento del buen
pan de hogaza que aún se elabora en Campoo (Reinosa, Argüeso, La Población, Olea, Orzales, etc.), en algún caso con horno de leña, como el de los Hijos de Antonio Ruiz (Orzales), donde también se hacen unos exquisitos hornazos.
Existen varias recetas como las “Arvejillas con patatas”, “Arvejas con carne de cerdo” o “Cocido de Guisantes Secos”. El que comieron los cofrades en Nestares tenía como ingredientes, además de las arvejas, rabo de buey, costilla de cerdo, tocino, oreja de cerdo, chorizo, morcilla de arroz, patatas y pan.
Primero se sirve la sopa con pan y luego las arvejas secas acompañadas del compango.
Otro cocido de arvejas habían degustado los miembros de la Cofradía de los Cocidos de Cantabria, hace un año, en Casa Carmina, de Monegro (Campoo de Suso).
La cofradía cántabra, que antes era la Peña Los Compangos, en su empeño de reivindicar los cocidos clásicos de las diversas comarcas de Cantabria y, especialmente los que se encuentran en vías de desaparición, se ha desplazado, entre otros lugares, a Castañeda para en el La Finca María dar buena cuenta de una olla podrida. El cocido pasiego, ya casi desaparecido de los restaurantes, también, le han comido sus miembros en Vega de Pas, en el restaurante El Cruce; la marmita en el Risco de Laredo y La Puchera Montañesa en Casa Molleda de Pejanda.
Los miembros de la cofradía gastronómica acostumbran a compaginar sus encuentros gastronómicos con visitas culturales a los sitios de interés de las diversas comarcas de Cantabria.
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