"Pasaron de estar condenados a muerte a saber que los van a liberar, así que aunque se demore van a estar fascinados", afirmó Canessa en declaraciones que publica el diario El Observador.
La forma en que los mineros tomarán la noticia de que las tareas de rescate demorarán unos cuatro meses preocupa a los familiares y los expertos.
La situación que les toca vivir a los mineros "es como pasar de que te digan que estás condenado a muerte a que se equivocaron y te diagnostiquen una hepatitis", destacó el uruguayo, cardiólogo pediatra de profesión.
Canessa, de 57 años, fue uno de los sobrevivientes de la Tragedia de los Andes tras pasar 75 días en los picos nevados de Chile luego de la caída del avión que trasladaba, en 1972, al equipo de rugby uruguayo Old Christian desde Montevideo a Santiago.
El uruguayo encontró puntos de contacto entre la situación que le tocó vivir y la actualidad de los mineros.
"Es la situación de despojamiento máximo del hombre. No puedes perder más porque lo único que te queda es la vida. Todo lo demás lo perdiste y tienes que hacerte amigo de la vida", afirmó.
"Si usas la lógica estás muerto, pero allí aparecen hombres capaces de sobreponerse a la tristeza y aportar humor", agregó Canessa.
Según el uruguayo, para evitar la "desesperación" es bueno "vivir un día a la vez" y no pensar en lo que queda por delante.
"Ocupar el tiempo, hacer cosas, arreglar una luz, organizar tareas, cuidar el abrigo, ayuda a llevar mejor la situación", recordó.
En opinión de Canessa, cuando logren rescatarlos, los mineros "serán considerados héroes, resucitados".
Advirtió de que "el fenómeno de la popularidad los va a afectar, porque van a pasar de estar dentro de una mina a ser personajes nacionales".
Sin embargo, "seguramente se darán cuenta que lo que mas añoran es su familia y sus afectos y se van a refugiar en eso", agregó.
Canessa y Fernando Parrado fueron los dos uruguayos que, una vez dada por finalizada su búsqueda, salieron a caminar por los picos nevados de los Andes y luego de tres días fueron localizados por el arriero chileno Sergio Catalán.
Un grupo de los uruguayos sobrevivientes regresa anualmente a las cumbres de los Andes para rendir homenaje a sus compañeros fallecidos allí.