Este proyecto tiene su origen en la Escuela de Música de la mencionada localidad, tutelada por la ONG Taupadak. La población «mientras caza, pesca y cultiva sus productos para subsistir o realiza trabajos mal remunerados por cuenta ajena, mantiene orgullosa sus raíces culturales y espirituales, que encuentran en la música su manifestación más genuina», explica Fernando De la Hera, presidente de esta ONG.
Hace tres años la Escuela de Música creó una nueva carrera, a nivel técnico superior, la de Turismo-Hostelería, reservada a mujeres. Para realizar sus prácticas se embarcó en la construcción de un complejo turístico con hotel, restaurante y pub, financiado por numerosos ayuntamientos guipuzcoanos más el de Bermeo, la Fundación CAN, la Fundación Mamoré y la Fundación Kutxa.
El hotel todavía está en la fase de obra final, pero el restaurante y el pub se inauguraron a finales de julio. Su puesta de largo se produjo justo una semana después, cuando el gobernador del Beni encomendó a la Escuela de Música la organización del almuerzo para agasajar al presidente Evo Morales.
«Un sueño»
Junto a él, estuvieron las principales autoridades departamentales, provinciales y municipales, además de algunos ministros, viceministros y parlamentarios, junto con un amplio espectro de la sociedad civil ignaciana, hasta reunir a 120 comensales.
Fernando De La Hera, que con legítimo orgullo se siente parte de este exitoso comienzo, recuerda a todos los que han contribuido económicamente a hacer posible esta construcción: «Aunque los ayuntamientos de Irun y Hondarribia han sido nuestros principales financiadores, también queremos expresar nuestro agradecimiento a los municipios de Hernani, Zumarraga, Tolosa, Ordizia, Bidegoian, Urretxu, Getaria, Villabona, Andoain, Errenteria, Arrasate y Bermeo, así como a la Fundación Mamoré, la Fundación de la Caja de Ahorros de Navarra y la Fundación Kutxa».
Todos los citados han contribuido, en mayor o menor medida, «a la consecución de este sueño, que pronto se convertirá en un referente dentro de Bolivia, porque está gestionado por mujeres indígenas y porque el potencial turístico de San Ignacio de Moxos es impresionante y tiene un escaparate inmejorable en el Ensamble Moxos de la Escuela de Música», que ya ha actuado en tres ocasiones en escenarios de Gipuzkoa.