HONDURAS
Honduras expresa satisfacción por el reconocimiento de Chile al Gobierno de Lobo
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Tegucigalpa.- El canciller de Honduras, Mario Canahuati, expresó su satisfacción porque Chile ha reconocido al Gobierno que preside Porfirio Lobo, y anunció que la próxima semana comienza el intercambio de embajadores entre ambos países.
"Acabo de concluir una conversación con el canciller Alfredo Moreno, de Chile, donde ha dado a conocer la normalización de las relaciones de Honduras con Chile. La próxima semana vamos a comenzar a intercambiar embajadores", indicó un emocionado Canahuati a los periodistas en la Casa Presidencial.
El diplomático hondureño subrayó que sin duda la decisión de Chile obedece a la histórica relación de amistad entre las dos naciones y al "documento que ha sido presentado (ayer) por la OEA" sobre la situación de Honduras para su regreso a la Organización de Estados Americanos, de la que fue suspendida el 4 de julio de 2009.
"Esperamos que esto de alguna forma sea el comienzo para poder seguir normalizando relaciones con otros países definitivamente", añadió Canahuati.
El Gobierno de Chile anunció hoy el regreso a Honduras de su embajador en Tegucigalpa, lo que supone el reconocimiento de la administración del presidente Porfirio Lobo.
El canciller chileno dijo en una rueda de prensa que el informe de la comisión de alto nivel de la OEA sobre Honduras difundido hoy a los países miembros "refleja claramente los avances que ha habido en materia de institucionalidad democrática y también en materia de defensa de los derechos humanos en Honduras".
Canahuati considera que el informe presentado ayer por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, es "parte de un proceso" y confía, según insistió, en que Honduras regresará luego al seno del organismo continental.
Honduras fue suspendida de la OEA una semana después del golpe de Estado en junio de 2009 al entonces presidente, Manuel Zelaya, quien desde el 27 de enero pasado reside en República Dominicana.
Una consulta popular para reformar la Constitución que promovía Zelaya, pese a tener impedimentos legales, le costó la Presidencia y la expulsión del país en una operación dirigida por los militares, con respaldo de los otros poderes del Estado.