Michael Jordan, de 53 años, considerado el mejor jugador de la NBA en su historia y actual dueño de Los Hornets de Charlotte, se pronunció, como nunca antes lo había hecho, respecto de la violencia racial vivida actualmente en Estados Unidos, por medio de una carta publicada por el portal estadounidense The Unfeated.
Tras los asesinatos de cinco policías en Dallas y tres en Baton Rouge, de los episodios de violencia en lugares tales como California o Minnesota, y después de que otras estrellas del baloncesto, como LeBron James, Chris Paul, Dwyane Wade y Carmelo Anthony, incitaran a otros deportistas a rechazar estos episodios violentos, Jordan declaró:
“Como un estadounidense orgulloso, un padre que perdió a su propio padre por un insensato acto de violencia, y como un hombre negro, he estado muy preocupado por las muertes de afroamericanos en manos de agentes de la ley y enojado por los ataques y muertes cobardes y llenos de odio de agentes de policía”
El padre del exjugador de baloncesto, James Jordan, fue asesinado en 1993, en un intento de robo de auto por parte Daniel Green y Larry Demery. Estos abandonaron el cuerpo de Jordan, de 56 años, en Carolina del Sur y fueron más tarde sentenciados a cadena perpetua. “Lloro con las familias que han perdido a sus seres queridos, pues conozco muy bien ese dolor”, escribió Jordan en su carta, refiriéndose al dolor que sintió tras la muerte de su padre.
Jordan, un personaje de alto perfil, siempre se ha mostrado muy reservado a declaraciones como esta. Sin embargo, a través de la carta, expresó que “ya no puede permanecer callado” sobre este problema que está afectando fuertemente a los estadounidenses y los tiene polarizados, con miras a las elecciones presidenciales de noviembre, en las que estos elegirán al nuevo presidente de Estados Unidos, entre el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton.
Aunque se mostró agradecido con el servicio otorgado por los agentes de la ley, Jordan rechazo los casos de discriminación, por parte de la policía, en contra de afroamericanos, señalando que “para muchas personas de color sus experiencias con el cumplimiento de la ley han sido diferentes a la mía”.
"Debemos encontrar soluciones que aseguren que las personas de color reciban un trato justo y que los policías -que ponen sus vidas en riesgo cada día para protegernos a todos- sean apoyados y respetados", sostuvo.
Además, el legendario atleta aprovechó esta oportunidad para anunciar que contribuirá con un millón de dólares al Instituto de Relaciones Comunidad-Policía y con otro para el Fondo de Defensa Legal de la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color). Con el objetivo de “lograr un cambio constructivo” y apoyar la construcción de confianza y respeto entre la comunidad y la policía.
“Aunque sé que estas contribuciones no son suficientes para resolver el problema, espero que los recursos ayuden a ambas organizaciones”, escribió Jordan. El renombrado exjugador de los Chicago Bulls, finalizó su comunicado manifestándose como un privilegiado por vivir en el “mejor país del mundo”, que, dijo, le ha dado las mejores oportunidades a él y a su familia.
“Los problemas a los que nos enfrentamos no sucedieron de un día para otro y no se resolverán mañana. Pero si trabajamos todos juntos, podemos fomentar una mayor aceptación, un cambio positivo y crear un mundo más pacífico para nosotros, nuestros hijos, nuestras familias y nuestras comunidades”.