En una de las espaciosas estancias del establecimiento hotelero, sumilleres, conocedores, y prensa especializada tuvieron oportunidad de catar una generosa variedad, del aperitivo que ha vuelto a ponerse de moda dado su gran aceptación. Los Vermouth Awards 2024, estuvieron refrendados por el criterio de un Jurado Internacional, liderado por su director técnico, el enólogo Jesús Flores Téllez, y reconocidas personalidades del mundo del vino como son Abraham Rivera, Beatriz Garaizábal, Pilar de Haya, José Valdearcos, Carmen Garrobo, Séga Mbengue Diop, Luis Aguilar Pryde, Gregorio Ras, Luis Alberto González y Marina García. Los mencionados catadores juzgaron en una prueba de cata ciega las diferentes elaboraciones que competían por los galardones de Gran Oro, Oro, y Plata.
Al finalizar las puntuaciones el Jurado otorgó a las bodegas competidoras un total de once Gran Oro: Andaluz Alvear, Artesano Alvear, Bocamanga Naranja, Goya, Löa Rojo, Martínez Lacuesta Reserva, Miró Gran Reserva, VRMT Bodegas Robles, Zecchini Formula Original, Zecchini Nero, y Zerrato. Cinco Oro: Bandarra Oro, Espinaler Reserva, Espinaler Rojo, Löa Blanco, y Sansón. Dos Plata, para Biermú Blanco, y Bocamanga Cream. Todos vermuts merecedores de ser mencionados, y algún otro, que tuve oportunidad de probar, que me pareció innovador, aunque no obtuviera reconocimiento alguno.
De los premiados citaré alguno de los Gran Oro que me resultaron espectaculares. Comenzaré por el gran acierto de Francisco Robles gerente de la bodega de Montilla que con la Receta Andalusí de su Vermut VRMT, macerado con diez botánicos recolectados por el mismo en su viñedo ecológico poblado de plantas silvestres, ha sido punto de atracción de los convocados al evento. Otra bodega montillana: Andaluz de Alvear y Artesano Alvear, criados en madera de roble americano que contuvieron contundentes olorosos, el primero, y sus galardonados PX el segundo. Diferentes, pero a cuál mejor.
No quiero olvidarme de un elaborador madrileño que es todo un clásico del vermut de calidad. Me refiero a los dos Zecchini, el Nero y el Formula Original. Formidables ambos. Se impone, el gusto por tomar “un vermú”, como hicieran (recuerdos de infancia), nuestros padres y abuelos. Algunos sábados, y los festivos familiares, después de misa: vermú con sifón para los mayores. Platillos con aceitunas, banderillas, latita de mejillones, altramuces, cacahuetes… Gaseosa y mosto para la chavalería. La añorada costumbre de disfrutar de un aperitivo con el vermut de nuestra preferencia ha vuelto para permanecer.