Ya seas de los que hace la búsqueda de piso ‘a pie de calle’ o de los que lo hacen en el sofá ‘a golpe de clic’, el éxito en esta misión de encontrar el alquiler de vivienda más idóneo dependerá de si sigues algunas de las recomendaciones de profesionales del sector inmobiliario especializados en el alquiler de viviendas.
Ejemplo de este tipo de profesionales es Testa Residencial, que hoy nos aproxima a algunas claves para encontrar el alquiler de vivienda que más se ajuste a lo que buscamos, de forma fácil y ágil, y con la mejor relación calidad-precio. ¡Toma nota!
Guía de recomendaciones para el alquiler de viviendas: consejos y tips para buscar un alquiler
Antes de iniciar la búsqueda, lo primero que Testa Residencial recomienda es pararse un momento a pensar y analizar nuestras aspiraciones personales y nuestra situación económica, laboral, familiar… a medio plazo. Una vez tengamos todo claro, lo mejor, según estos expertos en alquiler de viviendas es seguir las siguientes recomendaciones a modo de guía para buscarpisos de alquiler:
¿En qué zona quiero alquilar? ¿Qué tipo de vivienda?
Para Testa Residencial, decidir la zona en la que queremos buscar piso de alquiler, depende en gran medida de factores como la edad, nuestra situación familiar, la ubicación de nuestro lugar de trabajo, nuestros gustos y costumbres, etcétera.
Como norma general, si somos jóvenes, sin hijos… solemos preferir el centro de la ciudad. Todo cambia cuando la familia crece, siendo este el momento por el que nos decantamos por zonas de alquiler de viviendas en áreas más residenciales, a las afueras de la ciudad.
Una vez tengamos decidida la zona, lo más recomendable es ‘investigar’: informarnos sobre los servicios públicos que ofrece esa área, el nivel de tráfico, qué conexiones hay en transporte público, qué tipo de establecimientos comerciales, zonas de recreo y ocio hay en los alrededores, etcétera.
Para muchos, también es importante calcular la distancia de casa al trabajo, pues para muchas personas, un factor determinante para su calidad de vida en vivir cerca del trabajo, evitando grandes distancias en transporte público o atascos en vehículo privado. Invertir el menor tiempo posible en el trayecto, en definitiva.
Así, teniendo ya en mente en qué zona nos gustaría movernos, el siguiente paso debería ser analizar el tipo de vivienda que queremos. En este punto entran en juego, no solo nuestros deseos y necesidades, sino también nuestro presupuesto. El tamaño del inmueble, el número de habitaciones, la distribución, el equipamiento, así como el hecho de tener terraza, muebles, plaza de aparcamiento o piscina, suelen ser los factores que, según Testa Residencia, se suelen tener más en cuenta a la hora de buscar alquiler de pisos.
Arrancamos la búsqueda
Comenzamos la búsqueda de una vivienda. ¿Por dónde empezar? ‘Tirando’ de internet, por ejemplo. Y es que el ciberespacio nos abre un amplio abanico de opciones donde buscar pisos de alquiler de la forma más cómoda y ágil.
Existen multitud de sitios web dedicados al alquiler: desde portales tipo Idealista, hasta páginas de agencias inmobiliarias de las de toda la vida. Asimismo, compañías inmobiliarias con parque de inmuebles en propiedad y que destinan al alquiler de viviendas, disponen de webs en las que muestran su oferta, como es el caso de Testa Residencial. Consultarlas para repasar qué opciones de alquiler de vivienda hay en ese momento en el mercado es un buen comienzo. E importante: asegúrate de filtrar bien la búsqueda (ciudad, barrio, tipo de vivienda, número de habitaciones…) y fíjate también en la antigüedad y estado, tanto del piso, como del edificio
Busca, analiza y compara. Y ten presente siempre la relación calidad-precio y si se ajusta a tu presupuesto. Normalmente, lo más recomendable en este sentido el valorar opciones de alquiler de viviendas cuyo precio no supere el 40% de nuestros ingresos.
El momento de contactar
En el momento en el que tienes claras tres o cuatro opciones de pisos que te encajan, contacta con el arrendador o con el intermediario, bien por teléfono, bien por email, bien mediante un formulario de contacto online.
En este primer contacto, lo más importante es plantear todas las dudas: todo lo que necesites o desees saber. Tanto sobre la vivienda en sí, como acerca de las condiciones del alquiler. Del mismo modo, ten en cuenta que también te plantearán preguntas desde ‘el otro lado’, tanto si con quien hablas el arrendador, como si lo es un profesional que intermedie. Ellos también te someterán a cierta evaluación, pues un contrato es ‘cosa de dos’.
Visitamos el inmueble
Si en el primer contacto parece que ‘os cuadráis’ el uno al otro, concertad una visita al piso de alquiler. Durante esta primera visita, fíjate en todos los detalles y pregunta todo lo que creas necesario. En este sentido, aprovecha también el trayecto para fijarte en detalles del vecindario, así como de la zona y de los alrededores donde se ubica la vivienda.
Llega el momento de decidirse por un piso
Una vez visitados varios posibles pisos de alquiler, llega el momento de tomar la decisión: ¿por cuál te decantas? Es una decisión importante. Va a ser tu casa, tu hogar. Analízala como se merece. Vivir en una nueva casa, en un nuevo barrio o ciudad, afectará tanto para tu modo de vida como a tu economía. Antes de tomar esta importante decisión, ten en cuenta las condiciones del contrato y revisa todas las cláusulas. Asegúrate de que en ellas quede muy claro, entre otros puntos, quién debe hacerse cargo de los seguros.
Evalúa todo de forma precisa. El arrendador también lo hará. Analizará, entre otros aspectos. Cuestiones como tu solvencia económica. Y es que tu futuro casero querrá asegurarse de que podrás afrontar los pagos del alquiler sin problemas, motivo por el que probablemente te solicite algún aval.
Para estimar esta solvencia, normalmente, los arrendadores suelen confirmar si el potencial inquilino figura en ficheros tipo ASNEF, que reflejan las deudas que pudiera tener el interesado.
Asimismo, según Testa Residencial, también es habitual que al inquilino se le solicite documentación relativa a sus de ingresos y a la estabilidad de los mismos: tipo de contrato y últimas nóminas, en el caso de trabajadores asalariados; última declaración de la renta (modelo 100), del IRPF y del IVA de los últimos trimestres, en el caso de empresarios o autónomos.
Además, debemos tener en consideración que también habrá que depositar una fianza, como mínimo, según establece la ley, equivalente a una mensualidad del alquiler. De igual modo, suele ser habitual el hecho de que el arrendador solicite el pago de dos meses de alquiler por adelantado.
La firma del contrato
¡Llega el broche final! Si el arrendador y el arrendatario están de acuerdo en todo lo comentado, solo queda firmar el contrato de alquiler. Para ello se te solicitarán tus datos personales y documento de identidad (DNI, NIE o pasaporte).
Y una vez firmado el contrato, la última recomendación de Testa Residencial es… ¡disfrutar de tu nuevo hogar!
Redactor: Jorge Infante
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