Ésta operará de forma paralela a otra, la Raise Bore Strata 950, que ya se ha aproximado a los 45 metros de profundidad en su descenso hacia la galería en que se encuentran los trabajadores, y a la Schramm T-130, que en los próximos días comenzará a ensanchar una de las sondas que sirven de vía de comunicación con los atrapados desde la superficie.
La tercera opción no supone, por el momento, un acortamiento del plazo de entre tres y cuatro meses calculado para el rescate de los mineros, cuyo estado de salud y ánimo continúan siendo buenos.
Los atrapados, que siguen recibiendo alimentos, medicinas y cartas de sus familiares a través de estrechos tubos de plástico, recibieron ayer rosarios bendecidos por el Papa Benedicto XVI, con el fin de que la fe les ayude a sobrellevar esta dura situación.
Un grupo de familiares de los atrapados rezan a las puertas de la mina