Réquiem por un boxeador
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Sus seguidores le despidieron emocionados |
La comunidad de El Vigía se unió para despedir al ex campeón Edwin Valero, quien se suicidó el lunes después de ser arrestado por el asesinato de su esposa.
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Los seguidores de Valero recorrieron unos 40 kilómetros desde Bolero Alto, el poblado pobre donde nació hasta el gimnasio donde comenzó su carrera boxística, y de allí se dirigieron hasta el cementerio de El Vigía, a unos 750 kilómetros al sudoeste de Caracas.
La larga caravana de motos y camionetas hizo sonar bocinas y sirenas, y sus admiradores repetidamente gritaban " ¡campeón, campeón!''.
Valero, de 28 años, se quitó la vida la madrugada del lunes en su celda tras ser detenido en la víspera por el presunto asesinato de Jennifer Viera.
La despedida del púgil --que ostentaba una foja invicta en 27 combates, todos por la vía rápida, que le valieron ser considerado entre los mejores boxeadores venezolanos de la historia-- incluyó una exhibición de boxeo frente al féretro, en la que uno de los combatientes, el joven Joel Finol, no aguantó y rompió en lagrimas sobre el ataúd.
Desde 2008, el nombre de Valero se asoció repetidamente en hechos de violencia doméstica, los cuales fueron reseñados por la prensa y desmentidos por el púgil y sus allegados.
Las muertes se produjeron semanas después de que Viera fue recluida en un hospital de la ciudad suroccidental de Mérida tras presentar una fractura en una costilla que le perforó un pulmón, que según versiones de la prensa, fue ocasionada por una golpiza que le propinó Valero.
"Espero que reciba la misericordia de nuestro señor, que lo reciba ante él, lo lave del delito y limpie su pecado'', dijo el sacerdote Esteban Gudiño tras una misa en su honor.
‘‘Es una tragedia para todos cuando la vida de un joven acaba así, ojalá esto sirva para que otros emulen lo positivo que hubo en él y se aparten de las drogas y el alcohol''.
Valero, que nació el 3 de diciembre de 1981, encontró una muerte trágica tras un historial de violencia doméstica y de abusos de alcohol y drogas desde temprana edad que solían ser minimizados por amigos, aficionados y autoridades por su grandeza sobre el cuadrilátero.
Valero repetidamente se quejó de la que catalogaba como una "campaña de desprestigio'' por parte de sectores de los medios de comunicación que no le perdonaban su simpatía hacia el presidente Hugo Chávez, al extremo que se tatuó la imagen del gobernante junto con la bandera del país en su pecho.