Bolivia votó por el equilibrio de poderes
El Gobierno ganó más gobernaciones y la oposición la mayoría de las alcaldías más importantes
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Los bolivianos votaron por el equilibrio. En las elecciones regionales y municipales del domingo, el presidente Evo Morales no logró el control hegemónico del poder que pretendía ni la oposición consiguió revertir la supremacía en las urnas del partido gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS).
El equilibrio de poder marca los resultados en todo el país. Morales ganó la mayoría de las gobernaciones, pero perdió apoyo a nivel general. En los comicios presidenciales de 2009 obtuvo el 56,05% de respaldo; en las regionales consiguió seis puntos menos: 50,6%. El gobierno del MAS sufrió una severa derrota en Santa Cruz, motor económico del país; además, la oposición ganó siete de las diez alcaldías más importantes –incluida La Paz- y tres departamentos de la próspera región oriental de Bolivia. Con esta redistribución del poder, comienza la vida autonómica en los tres niveles del Estado boliviano.
Morales habría ganado las gobernaciones de La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba. Pando estaría en disputa voto a voto. La oposición retiene Santa Cruz, Beni y Tarija, tres bastiones de los movimientos autonomistas.
El ex presidente Carlos Mesa comentó que "estas elecciones recomponen el panorama político y obligan a una reflexión general, es un mensaje bueno para la democracia y el país". Por su parte, el analista Ricardo Paz resaltó que "se restablece el equilibrio político en el país; se creía que el MAS se convertiría en hegemónico, pero los resultados demostraron la vocación de los bolivianos hacia el multipartidismo".
La oposición recibió este resultado como un triunfo y el oficialismo, aunque se declaró ganador de los comicios, reflejó su preocupación. El Gobierno suspendió el festejo que había preparado para celebrar la victoria de Elizabeth Salguero, quien fue derrotada en los comicios municipales de La Paz. Hace apenas cien días, Morales consiguió en La Paz el 80,28% de los votos; el domingo ganó la gobernación con el 49,8% y perdió la alcaldía de la capital administrativa de Bolivia.
Juan del Granado, hasta ahora alcalde de La Paz y líder del Movimiento Juan Sin Miedo (MSM), se ha convertido en figura política nacional y en la probable cabeza de la nueva oposición. MSM ganó cien alcaldías y ha logrado tener presencia electoral en todo el país. Tras conocer el triunfo de Luis Revilla en la alcaldía de La Paz y de Rocío Pimentel en Oruro, Juan del Granado, conocido como Juan Sin Miedo, valoró la votación obtenida por Simón Yampara (28 %) como candidato a gobernador en el departamento paceño. "Ya somos la segunda fuerza de La Paz", dijo del Granado.
Rubén Costas se convirtió en el primer gobernador electo de la historia de Santa Cruz al obtener, según datos extraoficiales, el 54% de los sufragios. Con este resultado preliminar, el candidato de la agrupación Verdes ganó el proceso sin necesidad de recurrir a una segunda vuelta electoral. El combativo alcalde de Santa Cruz de la Sierra, Percy Fernández Áñez, salió fortalecido al lograr la reelección con el 52 % de los sufragios.
"El presidente creyó que el pueblo lo iba a seguir a pie juntillas, que el aparato del MAS era imparable, pero ahora tiene que saber que éste en un país ultrademocrático, en el que la soberbia es un pecado capital", dijo la analista Amalia Pando. Morales "sintió tras su arrolladora reelección que estaba en condiciones de acaparar todo el poder pero ahora sabe que el pueblo quiere un equilibrio", agregó.
Carlos Hugo Molina, un experto en autonomías radicado en Santa Cruz, dijo que los comicios configuraron "una presencia territorial diferenciada del Estado boliviano, donde el altiplano (occidental) sigue siendo de los grupos indígenas más radicales, a diferencia del oriente, la Amazonía y el Chaco".
En su opinión, el MAS sigue siendo la mayor fuerza política del país pero no puede ignorar el duro golpe de haber fracasado en su intento de ganar las alcaldías de La Paz, su plaza fuerte en comicios nacionales, y Oruro, capital del departamento homónimo donde nació el presidente.
Los analistas coincidieron en que los resultados del domingo no pusieron en riesgo, aunque sí señalaron límites, a la "revolución" indigenista y socialista de Morales, quien inició en enero su segundo mandato con un 64 por ciento de respaldo electoral y mayoría calificada en las dos cámaras legislativas. Morales conserva una fuerza legislativa más que suficiente para aprobar leyes orgánicas judiciales, electorales y de autonomías para continuar la "refundación" enmarcada en la Constitución "plurinacional" y socialista aprobada en el 2009