La rebaja se produce tras la tensión vivida en Washington entre demócratas y republicanos por el aumento del techo de gasto, una polémica que dejó al país al borde de la suspensión de pagos esta semana.
Hace unas horas, S&P comunicó a la Casa Blanca su intención y le hizo llegar su informe. Ténicos del Gobierno encontraron irregularidades en las proyecciones del déficit realizadas por la agencia por más de dos billones de dólares. S&P admitió el error, pero poco después hizo pública su decisión.
El pasado 18 de julio, Standard and Poor's pusó en vigilancia especial la calificación estadounidense ('creditwatch') y advirtió de habría rebaja si los políticos no llegaban un acuerdo para elevar los límites de la deuda pública, pero entonces la amenaza no fue tomada especialmente en serio.