En la reunión de esbozaron las acciones a llevar a cabo a lo largo de 2025, entre las que destaca la entrega de sus premios anuales y el nombramiento de nuevos cofrades. El año pasado se distinguió con el premio al mejor chef a Sergio Basard (una Estrella Michelín), propietario del restaurante Casona del Judío, de Santander, mientras que Noelia Sánchez, del restaurante La Cartería, de Cartes, logró el de mejor sumiller. A José Enrique Gonzalez, del Hotel Bahía de la capital cántabra, se le reconoció en el apartado de mejor camarero; el veterano pastelero Luis Ruiz Vega, con negocios en Santander y Torrelavega, se hizo acreedor a la distinción de mejor repostero. Los propietarios del restaurante El Bodegón, de Potes, el matrimonio Angel Terán y Magdalena Morán y su hijo Ángel Terán, se hicieron con el premio al Mejor Restaurante de Cocina Tradicional, y Manuel Quintana, de Carnicería Quintana, de Cabezón de la Sal, recibió el premio especial por su labor de recuperación de la raza vacuna autóctona de Cantabria y su realce gastronómico.
La Academia de Gastronomía Cantabria pertenece a la Federación de Academias de Gastronomía de los Caminos de Santiago y está integrada en la Real Academia Española de Gastronomía.
Cantabria cuenta, desde hace más de 18 años, con su academia formada por un colectivo de 17 personas empeñadas en potenciar la cocina regional y recuperar, en lo posible, las señas de identidad cultural de la culinaria popular, así como, impulsar el desarrollo de nuevas y originales presentaciones en línea con las actuales tendencias de la creatividad.
El objetivo de la Academia Cántabra de Gastronomía es el potenciar la cocina cántabra y la restauración como atractivo turístico. Su primer presidente fue el recordado doctor Manuel Arroyo.
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