Sin embargo, todos ellos pueden tener un “inconveniente”: la lluvia. La lluvia es algo para lo que los peregrinos deben estar preparados, para que no entorpezca el viaje y que, a pesar de que el cielo se nuble, la ilusión siga brillando con fuerza.
En este artículo te contamos cómo prepararte para la lluvia si vas a hacer el Camino de Santiago.
5 tips para que la lluvia no estropee tu Camino de Santiago
Lleva ropa impermeable:
Es un básico basiquísimo en el Camino de Santiago, incluso si la predicción del tiempo dice que no va a llover. Llevar ropa impermeable te puede aliviar de acabar empapadísimo si en una de las jornadas te pilla una nube “tonta” que te puede calar hasta los huesos. En este sentido, los básicos son un poncho y un cubrecalzado. Con esto estarás salvado y lo mejor es que ocupa poquísimo en la mochila, por lo que debes llevarlo siempre contigo y ante la más mínima amenaza de lluvia, póntelo para evitar males mayores.
Si, además, puedes utilizar ropa y mochila impermeable, mucho mejor, porque tendrás el doble check hecho.
Utiliza calzado antideslizante
Además de llevar ropa impermeable, te recomendamos que utilices calzado con suela antideslizante. Si ha llovido antes de tu inicio de ruta o durante, el suelo va a estar mojado y puedes sufrir resbalones que podrían derivar en un problema.
Además, hay ciertas rutas, como la del Camino de Santiago Primitivo y muchas más, que pueden tener algunas etapas en las que el suelo, incluso si no llueve, pueda resbalar, por lo que un calzado bueno, cómodo y con suela antideslizante es uno de los must para tu Camino de Santiago.
Protege tu mochila
Ya hemos mencionado que lo ideal sería que la mochila que utilices sea impermeable, con una buena protección para que el agua no cale en el interior y no moje toda tu ropa y enseres personales. Sin embargo, también es muy importante que tengas a mano un cubremochila, son muy económicos y ocupan muy poco espacio y te aseguramos que lo vas a agradecer si te cae una buena tromba de agua.
Seca tu calzado
Si se ha mojado el interior de tu calzado después de una etapa de lluvia, lo mejor que puedes hacer es, al llegar a tu destino de ese día, rellenarlos con papel de periódico e ir cambiándolo para que el papel empape bien el agua y seque tu calzado por dentro. Abre bien las botas y quítales los cordones si puedes para que todo seque mejor.
Lleva pinzas e imperdibles
Por último, para secar esa ropa que no has podido evitar que se moje, lo recomendable es llevar pinzas para que, al llegar a tu alojamiento, puedas tenderlo si ya ha dejado de llover. En caso de que por la mañana la ropa siga mojada, te recomendamos que la tiendas con imperdibles por fuera de la mochila. De ese modo, no se mezcla con el resto de cosas que lleves en el interior de la mochila y se irá secando con el aire y el sol del Camino.
(CN-11)