Uno es totalmente nuevo. Se trata del primer vodka premium del mundo, un espirituoso de lujo que se presenta embotellado en una poliédrica botella de porcelana facetada en 10 escalas que representan las 10 etapas de su exclusiva producción: selección del centeno (diamond rye), cosecha, recolecta, fermentación, cuatro destilaciones, reposo de 10 meses, filtración, embotellado... La botella es opaca y prescinde de su icónica imagen del palacio de Belvedere de Polonia. Su nombre es Belvedere 10. Su producción se limitará a un millón de botellas a nivel mundial, aunque su precio puede que no se limite. Evidentemente la forma ideal para tomarlo es solo ¡y frío! No debe mezclarse con nada. Aparecerá en el mercado en septiembre. Coleccionistas, permanezcan atentos.
Por otro lado, otro destilado ‘de 10’ es el whisky ArdbergTEN (esta vez con letras), producido en la isla escocesa de Islay, la isla más austral de las Hébridas Interiores. La destilería nació en 1815, y su objetivo era elaborar un whisky ahumado con carácter único. El resultado, hoy en día, no tiene parangón: es un whisky fuertemente ahumado ¡que se ama o se rechaza, se quiere o se odia… cómo las ostras o el cilantro! La turba tiene la peculiaridad de estar siempre presente o muy presente. Este destilado sí lo podemos emplear en coctelería.
Y la novedad 2023 de la firma Ardberg es el Ardberg Heavy Vapours, un whisky destilado sin purificador que permite que los vapores más pesados asciendan por el alambique durante el proceso de destilación, consiguiendo que, en el paladar del experto catador de whiskies, se entremezclen oleadas agridulces de menta, cardamomo, eucalipto… Eso sí: el olor turbado siempre super presente ¡es un Ardberg! A resaltar que el envejecido se produce en barricas de PX (20%) y de bourbon (80%).
Este otro destilado ‘de 10’ -entre la turba extrema y el afrutado floral- está en el mercado en una edición limitada experimental. Pues corran a comprar una botella de este experimento.
Si (
No(
