Elegía los momentos más convenientes para cazar, pescar, recolectar frutos y semillas para alimentarse, con el fin de no competir con otros animales más dotados y evitar el peligro de ser presa. Por todo ello fue cauto, lo comprendió por su experiencia vital y sobrevivió por todo ello muchos milenios.
Si poseía unas manos con dedos muy hábiles, al mismo tiempo tenía la gran capacidad de aprender y moverse en grupos, empleaba materiales de todo tipo de forma original y con ellos fabricó herramientas, las fue mejorando para cazar y pescar, así como armas para protegerse. Fue un ser social, por ello crea organizaciones con sus congéneres, con los siglos desarrolló una lengua eficiente de comunicación que le permitía realizar otras tareas cooperativas.
El hombre con el transcurso de los milenios pudo prender a voluntad el fuego en trozos de madera, tuvo luz por la noche, calor, cocer los alimentos en pequeñas vasijas, permitir que los alimentos pudieran conservarse, ahuyentar a depredadores peligrosos, socializarse, empleo sustancias para conservar los alimentos y dar más sabor a los mismos y un sinfín de actividades que llevaron al hombre a tener un mejor nivel de vida. Los griegos lo cuentan de forma magistral en su Mitología. Es el titán Prometeo quien enseña a los mortales el uso del fuego dándoles con ello da la luz, el calor y que permite desarrollar otros procesos de obtención de útiles y objetos y al incremento de conocimientos de todo tipo de materiales, maderas; metalurgia; alfarería; materiales de construcción; cestería, pieles, tenería y tejidos de urdimbre y trama o tejidos de punto, etc.., etc.., etc.
Ganó el hombre tiempo para sí mismo, con el transcurso de los siglos encontró aliados en los animales que se les acercaban y le acompañaban, primero los más pequeños, luego los de mayor tamaño, todos ellos tenían sus sentidos más desarrollados que él, fueron compañeros de viaje en su vida, tales como Ocas, felinos y otros mamíferos, pequeños y grandes, pájaros y otros animales de gran agilidad, luego aparecieron los que tenían más fuerza. Todos ellos eran fieles y hábiles. Estaban atentos a los peligros del día y en el descanso nocturno. Con estos nuevos compañeros consiguió el tiempo para mejorar su vida y para reflexionar. Su especie no solo sobrevive sino que obtiene y expande sus conocimientos, a través de su difusión. Por otro lado en su fuero interno, toma conciencia de sí mismo.
La observación metódica. del entorno inmediato, localizó, claros puntos de referencia, el rio, vertientes, las montañas, lagos, mares y otros puntos de interés como la altura máxima del Sol y su posición a lo largo del día y del año, por otra parte consiguió entender en parte la bóveda celeste y dando respuestas a ese espectáculo nocturno de forma intuitiva y precariamente razonable. Posteriormente con los siglos los relacionó con su medio inmediato, temió a los desastres que le afectaban como incendios, inundaciones, sequias, sismos, erupción de volcanes, eclipses, epidemias, etc…,etc…,etc…,. Observó todos los cambios y los puso de madera a los hitos marcados, como guías, en la tierra por ser más resistentes, con el transcurso de los siglos las construcciones de esos lugares de reflexión las hizo de piedras, por ser éstas incorruptibles y les sirvió para comprender la relación de su existencia y de la tierra con los astros, planetas, constelaciones y de su mágico movimiento. Esta observación la centró en los fenómenos diarios terrestres, del clima y astronómicos. Para comunicarse de manera más eficiente, dibuja, utiliza símbolos y con ello nace la escritura.
Los hombres y las mujeres con el especial cuidado en la crianza de sus hijos y la manipulación de semillas en la alimentación de sus bebés, fueron ellas, según muestran los indicios, las que pudieron ver crecer las simientes en las plantas, de sus frutas y de otros alimentos. La valiosa información y la observación paciente de ellas determino el entrañable ciclo de vida: Semilla –Tierra - Muerte de la simiente – Germinación - Planta - Fruto. En este simple marco, nace una nueva era. El Neolítico, los historiadores le consideran a este periodo como una revolución. Siendo esto reciente, hacia unos 12.000 años.
Neolítico, origen de la civilización. El hombre se asienta cerca de ríos y en lugares donde pueda cultivar, sus viviendas ya de estructura entramada, más estables y duraderas, también habilita otras construcciones de uso colectivo y para otros usos. Los animales le ayudan en sus labores y fabrica nuevas herramientas y las perfecciona para trabajar la tierra y trae la naturaleza a su cercano entorno de esta forma obtiene no sin dificultad lo que necesita. Nace la agricultura, el Agro y por ende la Cultura, es el momento de cultivar la tierra y cultivarse a sí mismo, tener más conocimientos que le permiten dominar el entorno, explota los montes y otras partes la naturaleza con la Silvicultura llegando un poco más lejos. Su labor era más extensa al pasar de cazador recolector a trabajar la tierra y criar otros animales. Seleccionó durante mucho tiempo las semillas más eficaces para el clima del lugar y lo mismo hizo con los animales domesticados.
Estudia todo su entorno con más profundidad y trata de transmitir sus conocimientos al resto de sus congéneres, tanto en dibujos, de forma oral y finalmente a través de la escritura. Desarrolla en este periodo por tener mayor espacio se estableció una mejora cualitativa y cuantitativa de los objetos fabricados por el desarrollo de nuevas técnicas y su producto conllevo en un aumento sustancial de la calidad de vida de los hombres.
Se da cuenta que la tierra, las aguas, en sus ríos, lagos, vertientes y mares, las montañas, el sol y su movimiento, el aire y sus vientos, la lluvia, el crecimiento de sus plantas y del resto de la naturaleza, está relacionado con el universo y sus cuerpos celestes. Todo ve que está relacionado y sus estudios son profundos. Crea su mitología porque de alguna forma percibe el lenguaje de la naturaleza que busca ver la vida como la tienen los animales y su entorno, que comparte con ellos , entiende que hay complejas preguntas que se establecen en su cerebro. Como son: ¿Dónde estoy? , ¿Qué hago yo aquí?, ¿Soy como los animales o las plantas que nacen, crecen y luego desaparecen?, ¿Soy distinto a ellos? Y se da cuenta, que es consciente de su fin.
A sus muertos le da sepultura en la tierra y las construye de materiales pétreos para darle un sentido más extenso en el tiempo y le da un simbolismo. Ve que todo lo que le rodea se rige de forma muy determinada, en un principio, veía un caos, pero el tiempo y los conocimientos que él va adquiriendo y aquilatando le dicen que todo se rige por leyes que no entiende. Construye edificaciones para ver lo que la naturaleza le pueda deparar pensando que de esta forma ella le seguirá suministrando lo que el necesita y vuelve a emplear la piedra para hacerla más estable y fuerte. Con ello satisface gran parte de su búsqueda en la interpretación de su existencia. Todas las culturas hablan de la madre naturaleza y hablan de la matriz que es la tierra y llamamos matriz que es lugar biológico donde crecen y se desarrollan los seres vivos hasta el momento del nacimiento, la ciencia da explicaciones al fenómeno de la vida, ellas van dando la luz a incógnitas que surgen hasta dar un conocimiento más fiable. Las religiones dan respuestas a los hombres a su existencia y a su paso de vida, en esta mota de polvo azul que es nuestra tierra en nuestra constelación de este universo pequeño.
Se desarrolla en el hombre todo conocimiento interior, en todas sus culturas de forma natural.
Y el hombre desde el momento que es consciente y desde su origen hasta nuestros días muestra su temor y esperanza. Se pregunta: ¿Qué pasa en este final de mi existencia? .
En esa espera, al viaje. Va siempre hacia la quietud del último latido.
Si (
No(
