Actividades recreativas
Las actividades recreativas son fundamentales en cualquier momento de nuestra vida pero ahora, más que nunca ya que con ellas y a cualquier edad, nuestra energía vital y salud mejoran de manera notoria. Las actividades recreativas puedes encontrarlas en tu propia casa, sin tener que desplazarte a un lugar específico para ellas. El sedentarismo es el peor enemigo de la salud y por ejemplo, la jardinería, las actividades manuales o compartir con tu familia, juegos de ingenio o de azar, son la mejor forma de hacer ejercicio físico o desarrollar otra actividad. Todo lo anterior, conduce a una vida saludable.
¿Que es una vida saludable?
En términos simples podríamos decir que es la conjunción de aspectos que generan bienestar general tales como la buena salud física, mental y emocional. Siguiendo este mismo orden tendríamos que dar importancia inicial a la buena salud física porque ésta, llevará como consecuencia, a la salud mental y las dos, conducirán a la salud y estabilidad emocional y para conseguir una buena salud y estado físico, tenemos que darle espacio al ejercicio físico diario y regular.
Hacer ejercicio con regularidad
La actividad física ayuda a liberar la energía y la tensión emocional acumulada y a destensar los músculos. Los ejercicios aeróbicos de intensidad moderada, como caminar, bailar, nadar o montar
en bicicleta son muy buenas opciones.
Realizar actividades relajantes
Desde una ducha reconfortante o un baño de burbujas hasta ejercicios de respiración o relajación muscular, meditación o un momento de lectura.
Dormir lo necesario
Los adultos deberían descansar entre 7 y 9 horas e intentar que no sean menos de 6 y mantener un horario fijo de sueño y dormir en una habitación con buenas condiciones (temperatura, ruido y luz apropiadas) ayudarán a conseguir un sueño reparador y saludable.
Llevar una dieta equilibrada
Eliminar el alcohol y el tabaco es el primer paso, así como reducir la ingesta de cafeína. Una alimentación saludable, rica en frutas y verduras, es imprescindible para tener cuerpo y mente sanos
y cualquier edad es buena para empezar a cuidarse, para mantener lo que se tiene y para mejorar la calidad de vida. Lo importante es crear un hábito de ejercicios. La motivación está clara: vivir más y mejor.
Esta actividad física hay que incluirla en cuatro categorías:
Ejercicios de resistencia, que elevan la respiración y la frecuencia cardíaca, que están indicados para mantener el peso y la energía y para el buen estado de las articulaciones.
Ejercicios de fuerza, que potencian o mantienen los músculos y reducen el riesgo de fracturas y lesiones.
Ejercicios de equilibrio para evitar caídas
Ejercicios de flexibilidad, porque combaten la rigidez de la edad y conservan las funciones de músculos y articulaciones.
Entrenar el equilibrio cada día
El equilibrio es fundamental en todas las edades y se puede entrenar diariamente, pero con seguridad, teniendo cerca algo a lo que agarrarse y procurando hacer progresos; es lo mejor para evitar caídas.
Si eres constante, en muy poco tiempo habrás adquirido una rutina que redundará en beneficios palpables que se traducirán en un bienestar general. Mientras más pronto comiences, antes verás los beneficios y recuerda que comenzar a llevar una vida saludable solo depende de ti.