Camerún: África en miniatura

Sus principales ciudades son Duala, Yaundé y Garua. Más de doscientos grupos étnicos y lingüísticos habitan el país, que tiene como lenguas oficiales el francés y el inglés.

Situado en África Occidental, es una mezcla de desérticas llanuras en el norte, montañas en las regiones centrales y selvas tropicales en el sur. La frontera con Nigeria es muy montañosa, ahí se encuentra el volcán Monte Camerún, el pico más alto de África Occidental, de 4.100 metros.

El petróleo, la madera y el cacao son los principales pilares en los que se apoya su economía. Dada su riqueza cultural y paisajística las autoridades están intentando aumentar su flujo turístico y, por ello, un grupo de profesionales de la información turística pertenecientes a la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo han estado en el país camerunés para conocer sus recursos y posibilidades de atracción a posibles visitantes, visitantes que, ahora, se reducen, prácticamente, a aquellos que se mueven por motivos de proyectos desarrollo de cooperación.

Tras aterrizar en su capital, Yaoundé, después de una escala en Douala, el centro económico más importante, empezamos a recorrer el país llegándonos a la reserva-escuela Ebogo, a 18 kilómetros de Mbalmayo, un espacio de 1.400 hectáreas en el que habitan orangutanes, chimpacés y otros simios.

Es una reserva creada en 1.947 por un israelí con ayuda del imperio británico. Nada más empezar el recorrido el guía nos advierte de que “no debemos repetir los movimientos de los simios, no imitarlos”, porque, nos aclara “si sonríen es que están enfadados”. “Cuando tocamos las palmas, nosotros estamos felices, pero ellos están enfadados”.

Allí se encuentran en diversos recintos animales que están en peligro de extinción o heridos. Hay unos 400 animales de 15 especies distintas. Veintitrés son los orangutanes, de los que hay 2 especies únicas en el mundo. El macho dominante cuenta con 22 años. El recinto está acotado porque es un lugar de recuperación donde sus inquilinos se adaptan antes de volverlos a su medio natural. Todos los inquilinos permanecen, en un primer momento, 3 meses aislados, antes de convivir con otros de su especie y 7 años antes de soltarlos, una vez comprobado su buen estado sanitario y que se han aclimatado al medio natural. Allí nos cuenta que cada gorila tiene el nombre del pueblo de donde proceden.

El recorrido por el parque nos sirve, además, para conocer una exuberante vegetación arbórea, con ejemplares singulares, como el Dabema, un árbol espectacular cuya madera se utiliza pala construcción de cabañas y la corteza se emplea en usos medicinales. Algunos de estos árboles tienen más de 200 años. Hay 5 árboles denominados P.Hyllanthus, una especie única, que no se conocía hasta que se abrió el parque.

En la región de Litoral, cerca de la ciudad de Melong, se encuentra las cataratas de Ekom Nkam, que vierten el agua del río Nkam a 80 metros de altura. Son conocidas por que sirvieron de escenario para el rodaje de algunos pasajes de la película de Tarzán, “El rey de los monos”

Singular espacio es el de las cataratas de Lobe, declaras Patrimonio de la Humanidad, y que se distinguen por ser las únicas del mundo que vierten sus caudalosas aguas directamente al mar.

En Bangoua, antes de cruzar el rio Sanaga, uno de los más caudalosos y largo de África, visitamos su Casa Patrimonial con su museo comunitario de arte y tradición. Boutanga tiene la singularidad de contar con un turismo de lugareños de fin de semana, que acude con mayor intensidad por las fiestas de los difuntos, donde se organizan diversos juegos.

Antes de conocer las obras de construcción de un orfanato que se está levantado allí por iniciativa de una nativa y con dinero de diversas instituciones de Cantabria, en la Villa Cholier de Melong almorzamos en un recinto que destaca por su cuidado aspecto y por las plantaciones de piña.

En Camerúmn se producen unas 4.000 toneladas anuales de té, que, en su gran mayoría se exporta. Una de las plantaciones que recorrimos fue la de Tole, que pusieron en marcha los ingleses y una parte de su producción se destinaba para consumo de la corte inglesa. La ciudad de Buea, tiene un marcado estilo inglés y en tiempos se llamó Victoria, en homenaje a la reina. La zona es muy apropiada, también, para el cultivo de flores.

Desde Yaondé a Ngaounderé hay que desplazarse en un tren, de construcción alemana, con un trayecto de 14 horas. Y en cada parada, una legión de mujeres y niños ofertan al viajero productos del campo, que portan en sus cabezas.

En esta ciudad, donde nació el primer presidente de Camerún, sobresale por su traza urbana, con calles perfectamente trazadas. Cuenta con un millón de habitantes y tiene 10 mezquitas Obligada es un recorrido por sus mercados, entre los que se encuentra uno antiguo, que se levantó antes de la colonización.

Hasta el siglo XIX había numerosos reinos en Camerún, que fue colonizado por el imperio alemán, hasta que Alemania perdió la Primera Guerra Mundial y fue sustituida por otros dos países europeos coloniales Francia e Inglaterra, de ahí que haya dos idiomas oficiales, aunque el mayoritario es el francés. Ahora, China se está introduciendo en el país africano, construyendo la primera autopista, desde el aeropuerto internacional hasta la capital.

Interesante es la visita a uno de los árboles más viejos del mundo. Tiene 29 metros de circunferencia en su base. Se encuentra en Ebogo, a unos 60 kilómetros al sur de la capital, y para llegar hasta él hay que hacer una bonita y atractiva travesía en piragua.

De las cientos de monarquías africanas que hay repartidas por todo el continente, en la República de Camerún existen 150 tribus, cada una de ellas gobernada por su rey. Los reinos del Camerún llevan nombres diferentes según el grupo étnico, la religión y el idioma que utilicen. Para los francófonos, el chef vive en una cheffferie; los anglófonos reconocen la autoridad del fon, que reina sobre un fondom; los musulmanes le llaman sultán a su jefe tradicional; los católicos hablan de reyes; y los Kirdi, se conocen por el nombre de lamidos.

Y recorriendo el país centroafricano no podemos dejar de visitar algún poblado de pigmeos, los pobladores originales de la selva, hombres de baja estatura que siempre han vivido en contacto con la naturaleza. Según el Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas, alrededor de 60.000 pigmeos se reparten entre la República Democrática del Congo, el norte de Gabón, República Centroafricana y Camerún. En el sur de éste último país se estima que viven en sus selvas unos 5.000 pigmeos baka.

En nuestro viaje tuvimos la oportunidad de acercarnos a conocer un poblado de esta etnia, situado en las proximidades de la población de Namikundi. Para llegar hasta allí tuvimos que navegar en piragua por el río Lobe, que desemboca en unas cataratas, únicas en el mundo, que vierten sus aguas al mar directamente. Estas cataratas están declaradas Patrimonio de la Humanidad. Las bellas cataratas de Lobe.

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