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Fragmentos de Vida

Patios de Córdoba: el Alma de las flores
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Patios de Córdoba: el Alma de las flores

Por Maica Rivera

sábado 13 de mayo de 2017, 09:34h

13MAY17.- Pese a su fragilidad y al igual que el verso escrito, la flor fascina a la humanidad y, en su aparente debilidad, atrae, misteriosa, cuentos y mitos que intentan explicar cómo tan sublime belleza de un tallo puede brotar…

Pese a su fragilidad y al igual que el verso escrito, la flor fascina a la humanidad y, en su aparente debilidad, atrae, misteriosa, cuentos y mitos que intentan explicar cómo tan sublime belleza de un tallo puede brotar…

Fragmentos de Vida

Cuenta la leyenda de una hermosa ciudad que los cuidadores de Los Patios custodian algo más que delicadas flores que compiten sin pensar …El Alma de los Patios es esencia de una vida que existió tiempo atrás.

La vieja Europa describe Andalucía como bella dama que desea despertar, pues un secreto al mundo quiere contar; Córdoba y sus Patios son Patrimonio Inmaterial. Riqueza que no se puede tocar, tradición y cultura de siglos de antigüedad. Una vez al año, los protectores de estos patios abren sus puertas evocando la vida de años ha…, anécdotas e historias que mucho tienen que enseñar.

La vida en los Patios intenta detener el tiempo

“El patio era el centro de todo”. Lo que fue diseñado como espacio para recoger el agua de los tejados se convirtió en vivienda para aquellos que, por la migración, abandonaban campos y hogares. El suelo enchinado de las casas-patio ya no estaba humedecido solo por lluvia, desbordaban los recuerdos… Fértil tierra, cosechas, arroyos...

Los recién llegados a la ciudad se dieron cuenta de las diferencias que existían con la vida en el pueblo, y convirtieron el patio en lugar donde el tiempo se detuviera para darles seguridad…En él no solo compartían cocina y letrinas.

…En él se lavaba en fría piedra al amanecer mientras las manos entumecidas recordaban su trabajo en los campos añorando fuertemente ver surgir vida…Suelo de Patio empedrado en el que, al pisarlo, el canto de su piedra atraviesa las finas alpargatas del campo, que perciben que bajo la dureza la tierra se nutre, aunque no se atreva a preguntar si algún día de ella germinará algo.

Y las mujeres con suspiros y llanto a la Tierra van despertando… Patios en aquel entonces sin flores… Patios en los que, si bien se percibía la ocupación, el vacío inundaba sentimiento del que allí arraigaba.


Pese a su fragilidad, la flor fascina…

Su origen e historia hablan del ser humano

La estructura de los Patios es milenaria. Su origen griego –y el de las civilizaciones que le siguieron: romana, árabe– parece lejano e incluso irreal; pero ya entonces las casas se disponían en torno a un patio central… Era época en que historia y leyenda no estaban escindidas y el ser humano aún disponía de tiempo para vivir en compañía. Tradición, cultura y leyenda que habla de flores y de vida…, riqueza que no se puede tocar, intangible… Parece frágil por no ser monumento sólido, pero como flor, está llena de fuerza oculta.

Las civilizaciones traían a Occidente su cultura y con ella su arquitectura. Así llegó a Córdoba esta forma de construcción… La disposición de las viviendas adoptó del norte la distribución de la casa en dos plantas: la parte superior para los señores y la inferior para la servidumbre y animales. Evolucionaron hasta las conocidas “casas de vecinos”, que adoptaron forma de posada para acoger la inmigración de los campos…

Llegar a la ciudad dejando atrás el hogar que me vio nacer…Padres ancianos que entienden la necesidad de abandonar aquella seguridad pero que en su mirada piden que no los olvide a ellos ni a la tierra que me vio crecer…, y al llegar aquí, comprender la palabra “añorar”. Salir fuera del patio temor da…, pero el interior yermo está.

… Noto bajo “chinos” centenarios la tierra húmeda… El pozo trae agua de arroyo cargada de fertilidad. Agua que, en secreto, repleta de lágrimas está, pues las mujeres, cuando creen nadie les ve, no dejan de llorar…¡Quién imaginaría que entre tanto bullicio existe tanta orfandad!.


…en él se lavaba en fría piedra al amanecer…

El Alma de los Patios

Cuenta la leyenda que el Alma de los Patios nació de una de aquellas féminas y de su soledad.

En uno de esos pozos que mana de la tierra, una de las mujeres cada noche se lamenta pues a sus padres e hijos tuvo que abandonar y al campo renunció para venir a la ciudad. Extraña su tierra, el olor a naturaleza y el cielo estrellado… Nostalgia del contacto de su piel con agua, semilla, abono y viento asalvajado que durante años, caricias en la madrugada le regalaba.

Con sus lágrimas al agua del pozo vida ha insuflado, y esta vida llama a la tierra avivándola, removiendo su necesidad de florecer y ser origen de algo… El Alma del Patio va despertando.

Joven, y a la vez anciana moza, que en tu desamparo, Luna se ha apiadado, y junto a tu tristeza, una noche estas palabras ha pronunciado…

Mujer que tus hijos y padres extrañas…, que sientes soledad cada madrugada pues aquel que contigo dormía no despertó una mañana y desde entonces, tu dolor te arrastra… Mujer que si no creas vida, para ti es la nada… Hoy, aquí en este patio, te convertiré en agua… y bajarás por el pozo empapando la tierra que ya está preparada… Juntas daréis a los Patios alma.

La tierra y tú habitaréis macetas que, con ternura, mimo y “cañas”, otras hembras regarán con sus lágrimas…, pues no olvides que muchas otras también extrañan.

En el tiesto crecerá planta por cuyo tallo y rama subirás en forma de savia, y al tocar el extremo, una ínfima parte de ti brotará en flor… Será ínfima, pues morarás en millones de plantas… En ellas, la esencia de tu desgracia dará paz y consuelo al que la vida en el patio haga.

La misma Luna esa noche en jardineras mezcló tierra y agua. En la madrugada, el patio ya poseía alma.

El agua mezclada con doncella, repleta de nutrientes y convertida en savia, por el suelo de Córdoba busca pozo de casa que regar con caña… Llega a todas las casas-patio y, en un mágico desorden de macetas y plantas cubre paredes y rincones… Jazmín, Dama de Noche, Albahaca, Hierbabuena, Geranio, Rosal...


Cuando nadie las ve, no dejan de llorar…

Los patios cobraron vida y allí donde antes se compartía, ahora se convivía. Cuidar de las macetas se convirtió en una forma de vida. Horas dedicaban y en ellas olvidaban penas e incluso alegrías…Largas cañas con las que regaban tardes de inolvidables palabras, que entre hojas pretendían no ser vistas… Testigos de amores platónicos, de amistades, de sueños y de vida…


La tierra y tú habitaréis macetas…en forma de savia…

Una vida a la que aún se puede retornar

La habilidad de trasladar plantas de un recipiente a otro fue pasando de generación en generación.

La historia relata que los egipcios fueron los primeros que utilizaron esta forma y los romanos los primeros que trasladaron las plantas al interior de una casa en tiempo de frío… Y la leyenda narra que los patios calmaron un dolor tan antiguo como la tierra que nutre flores y plantas.

La ciudad cada año se engalana para mostrar al mundo una verdad…: ”existió una vida a la que todavía se puede retornar…” Para enseñar su armonía y alma, los cuidadores de Patios abren sus casas.

… El olor desbordado una flor que, abrumada, quiere destacar… Los ojos ni se atreven a parpadear y el tacto toca sin tocar. Textura suave, aterciopelada, fina a la vez que gruesa… Los pétalos acarician aún antes de llegar. El sonido del agua es silencio que rompe la calma tan solo para mejorar la paz… Cada patio es diferente… Hechizante recorrido hacia flores que parecen murmurar versos antiguos…

Necesidad de aspirar aroma de mujer que, en su soledad –por conjuro de la Luna–, brota de miles de tallos explosionando y haciendo especiales los Patios de Córdoba en mayo.



Un abrazo

Maica Rivera


www.maicarivera.com

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