Árbol, desesperado por ni siquiera poder rozar a su amada hizo promesa de buscar flor errante y con caricias plantarla asentándola en la tierra… Raíces protegen bulbos que por amor renuncian a explorar nuevas experiencias. Los campos de tulipanes emergieron como ofrenda de adoración eterna.
Fragmentos de Vida
La vieja Europa posee jardín que custodia una antigua leyenda…Keukenhof lo llaman y Holanda lo hospeda. Países Bajos, donde la lluvia dibuja arcoíris de sublime belleza y el tronco de los árboles es tan verde como la hierba. Horizonte despejado que cautiva con delicadeza… La ausencia de montañas parece que dé libertad a la tierra y, la naturaleza florece imparable… no hay quien la contenga. Campos de elegantes tulipanes recuerdan que existe un misterio que este país encierra.
El tulipán…flor errante…
Holanda, de bellos bulbos su superficie esta llena. Un parque, Keukenhof, edén floral, recuerda que árbol cumple compromiso que hace siglos hiciera. Quince kilómetros de senderos, molinos antiguos, lagos, fuentes… flores e híbridos de diferentes especies, paisajes que sorprenden y dejan sin palabra en un oasis de infinita belleza.
Tulipanes, narcisos y jacintos… inolvidable paseo en bicicleta, imborrable recuerdo de navegar por canales, indeleble vuelo y visión desde las alturas de un paraíso multicolor sobre la tierra.
…Susurro de ramas y hojas enamoradas que hace siglos lloran al agua… pero el murmullo de la corriente no entiende el lenguaje de las plantas y fluye sin detenerse… Aquí, en un hermoso lago, el agua se detiene para ser acariciada por aquél que tanto la ama.
Unidas como siempre; Historia y Leyenda
Cuenta la leyenda que en Keukenhof, el alma del tulipán enraizó por árbol arropada. Desde las montañas de Kazajstá atravesó varios países; Persia, China, Turquía… inquieta flor que en ningún lugar encontraba paz, aquí en Holanda decidió parar.
Narra la historia, que el pueblo turco cultivaba con gran secretismo los tulipanes y que fue en la caída de Constantinopla cuando Occidente descubrió tan seductora flor.
…Y es que todo lo bello…
En torno a 1600 se introduce en los Países Bajos, coincidiendo con el Siglo de Oro de Holanda –XVII–, y el magnetismo de su belleza da paso a una tulipoobsesión en la que los bulbos alcanzan precios desorbitados. La demanda superaba con mucho a la producción y alcanzó tan cotizado nivel, que en importancia se igualó al dinero, pudiendo usar las flores como si de monedas se trataran. La situación estalló dando paso a una crisis financiera. La fijación por conseguir los más exóticos bulbos, es considerada uno de los primeros fenómenos especulativos de masas de la historia.
…Y es que todo lo bello hace perder la cabeza pues –continua la leyenda–, árbol ofreció a agua juramento de amor, sellado con promesa de sitio de inigualable belleza.
Siete millones de bulbos de tulipán que al irrumpir la primavera hacen de Keukenhof el lugar más bonito del planeta, y más de dos mil setecientos árboles, cuidan de que continue la paz de la flor que no lograba echar raíces en ningún lugar… no sea, vuelva a sentir necesidad de marchar inquieta.
La base que forma el actual Keukenhof fue diseñada en 1840 por los arquitectos horticultores Zocher, padre e hijo dieron forma a lo que muchos consideraban leyenda.
Árbol con sus hojas suspiros de petición lleva… necesita lugar en el que asentar tulipán que con su belleza a agua detenga…
El verde de su tronco es prueba…
Maestro e hijo Zocher, dejaron escrito que los lagos del parque se abrieron por si mismos. El agua llegó al parque reclamada por hechizo… parece que hubiera entendido el susurro que, desesperado, hace siglos lloraba por ella. En Keukenhof, tulipán encontró paz, árbol cumple su compromiso y agua por las ramas se deja acariciar.
El jardín más grande y bello de Europa permanece abierto al mundo tan solo durante las ocho semanas de la floración del bulbo más codiciado de la historia de la Tierra.
El magnetismo de esta flor no proviene solo de sus seis hermosos pétalos…, es conjuro que árbol le hizo: “ser admirada y capaz de detener y hacer perder la cordura de aquel que en su camino se cruzara…” No olvidemos que árbol lo que siempre quiso fue detener a corriente de agua. Aunque solo fuera por un instante… para hacerla sentir que el verde de su tronco, tan diferente de otros lugares es prueba de un amor inigualable.
El más bello jardín de Europa
Entrar es olvidar a qué huele el aire… por segundos dejas de respirar. Imposible describir que contemplar un tulipán negro es sentir necesidad de poseer lo que jamás llegaste a desear.
Naranja, amarillo… rojo dominante que aquí es tan solo uno más, tal es la fuerza que de cada tallo explota en flor única y especial… El oxígeno impregnado de perfume que en la piel deja huella imborrable, es transportado por fragancia… El jacinto aquí es dueño de aroma y el narciso se adora más allá de lo innombrable… pero es tan bello que me sumo a él sin su narcisismo cuestionar…
No es leyenda... es Historia
Senderos de tulipanes invitan a adentrarte… y en ese momento, entiendes que no es leyenda que árbol detuviera a flor errante y con su belleza hiciera ofrenda para detener fluir imparable… No es mito… es historia que aquí cuenta el aire.
Sigo perdiéndome en tal belleza que no percibo la presencia de nadie… Aquí más que nunca la multitud para mí es gente inalcanzable… Árboles inmensos que protegen con su sombra al tulipán que al tiempo es capaz de detener y parar… En Keukenhof “estar” es olvidar.
Olor, color, tacto de pétalos que sueltos arrastra el viento… Sonido de susurros de hojas en movimiento… y, a lo lejos, un ruido de agua que murmura que este lugar ama.
El lago y el árbol que desde la orilla inclina sus ramas hasta acariciar gran superficie del transparente líquido amado… Los tulipanes rodean silenciosos, erguidos y tranquilos… pues, hace siglos aquí decidieron detener a agua, que en un solo momento se sintió por árbol enamorada.
Árbol, flor y agua habitan en Keukenhof… posiblemente uno de los lugares más bellos del planeta.
Keukenhof... Árbol, flor y agua habitan...
Un abrazo
Maica Rivera
www.maicarivera.com