Las organizaciones sociales se movilizaron con grandes carteles y al compás de los tamboriles, comprobó un periodista de la AFP, y organizaron ollas populares para dar comida a los manifestantes.
Los piquetes provocaron desde primeras horas del día embotellamientos en la periferia de Buenos Aires y en la propia capital, donde el gobierno del presidente Macri dispuso un amplio despliegue de fuerzas de seguridad con cientos de efectivos armados con bastones, cascos y escudos, y apoyados por pistolas lanzagases.
"El gobierno tiene una deuda social tremenda. Se aprobó una ley (en 2016) para aumentar los subsidios pero todavía no se erogó un solo centavo de partidas presupuestarias para la lucha contra la indigencia", dijo a la prensa uno de los líderes sociales, Juan Grabois, de la poderosa Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), una entidad muy cercana al papa Francisco.
"Queremos mantener el diálogo", dijo este miércoles Macri en reacción a las protestas desde la casa de gobierno, al anunciar un plan empresario-sindical para alentar la producción automotriz, después de una caída del 10% en la fabricación de vehículos en 2016 respecto de 2015 y con cientos de suspensiones en las plantas.
Una ley de emergencia social para incrementar los subsidios fue votada mayoritariamente por el Congreso en diciembre de 2016, lo que permitió disponer partidas extraordinarias por 30.000 millones de pesos (unos 1.800 millones de dólares) para planes sociales de ayuda a gente sin trabajo o con empleos muy precarios.
En Argentina, un tercio de sus 42 millones de habitantes está en situación de pobreza, según cifras oficiales. Desde que Macri asumió la presidencia, en diciembre de 2015, más de 1,5 millones de personas cayeron en la pobreza, según el Observatorio Social de la privada Universidad Católica.
La desocupación ronda el 10%, de acuerdo con cifras del instituto estatal Indec.
Marchas y paros
Las marchas y bloqueos de este miércoles coincidieron con el inicio de una huelga de 48 horas de miles de docentes, quienes reclaman una mejora de los salarios, lo que dejó a unos 4 millones de alumnos sin clases.
Además, la atención en 600 hospitales de todo el país se vio afectada por otra protesta salarial de organizaciones de médicos.
En tanto, centenares de motociclistas se movilizaron por el centro de Buenos Aires para protestar contra medidas que según las autoridades buscan luchar contra la delincuencia, como inscribir los números de patentes en sus cascos.
Por la noche, decenas de ciudadanos se reunieron en esquinas emblemáticas de barrios de todo el país haciendo sonar bocinas y bombos en un 'ruidazo' para protestar contra un anunciado nuevo aumento de tarifas de servicios públicos.
Un helicóptero del canal de noticias C5N detectó desde el aire 50 cortes de calles y avenidas en Buenos Aires. Los manifestantes ocuparon también dos de los mayores accesos, el del Puente Pueyrredón (al sur) y la Autopista Panamericana (al norte).
Junto a la CTEP, organizan las protestas decenas de movimientos, entre ellos Barrios de Pie y Corriente Clasista y Combativa (CCC).
"Vamos a hacer ollas populares en todo el país", dijo Grabois.
Las dos centrales obreras CTA, la Autónoma y la de los Trabajadores, anunciaron esta semana una huelga nacional de 24 horas el 30 de marzo, en reclamo de mejores salarios y contra la política económica y laboral de Macri.
La tercera central obrera, la mayoritaria CGT (peronista, oposición), está a punto de anunciar la fecha de una huelga general, anticipada en una multitudinaria movilización el 7 de marzo.
La caída del consumo y del poder adquisitivo y la apertura de importaciones motivaron cierres de fábricas y comercios. Entre sus demandas, los sindicatos reclaman poner fin a las compras externas indiscriminadas.