Más de 230.000 familias de campesinos luchan para sobrevivir en las zonas de conflicto del este de Ucrania. La FAO denunció este lunes esta situación que ha obligado a estas personas a tomar drásticas decisiones como saltarse comidas, emigrar, vender sus objetos personales o matar a su propio ganado para poder comer.
La propia organización reconoce que "el panorama es sombrío para las pequeñas explotaciones familiares en las regiones deDonetsky Lugansk". El conflicto que ya dura más de un año ha provocado que el precio de los alimentos, combustibles y de las materias primas para continuar con su actividad ganadera y agrícola aumente de manera exponencial, lo que dificulta enormemente la continuidad de sus negocios.
La emigración va en aumento
"Esta encuesta nos ha dado un análisis exhaustivo de las dimensiones y de las causas de la vulnerabilidad de unas 700.000 personas que viven en el este de Ucrania", explicó el subdirector general y representante regional de la FAO,Vladimir Rakhmanin. Desde la organización alerta de que la emigración va en aumento y que los que se quedan tienen grandes dificultades para conseguir alimentos.
Además, la FAO advierte de que la producción agropecuaria seguirá disminuyendo lo que conducirá a un incremento de los alimentos todavía mayor, "la seguridad alimentaria está en juego", explican.
El informe recomienda un cambio en la estrategia de ayuda humanitaria en la región que hasta ahora se había centrado en la administración directa de comida. La FAO apuesta por un modelo de aprovisionamiento de semillas, fertilizantes y herramientas de apoyo para la producción de cultivos, piensos y la repoblación de animales de manera que la zona se pueda autoabastecer y cubrir un mínimo de necesidades.
FUENTE: LAINFORMACION.COM -C.C. - 07 de diciembre del 2015