Rigoletto, de Giuseppe Verdi, en el Teatro Real de Madrid

Un drama hecho de pasión, venganza, engaño y amor, donde el jorobado de la corte de Mantua, Rigoletto, es el protagonista.

Todo comienza cuando Verdi, un conocido compositor de la época, con cierto grado de libertad, es invitado por el Teatro La Fenice de Venecia para componer una ópera que pueda representarse allí. Es entonces cuando Verdi dio con el drama de Víctor Hugo, “Le roi s´amuse” y se siente subyugado por el personaje de Rigoletto que, por sí solo, es una de las más importantes creaciones teatrales de todos los tiempos.

El propio Hugo, había sufrido en carne propia una radical censura en Francia donde había sido prohibida durante treinta años. Verdi, consciente de ello pide a Piave ayuda para encontrar a alguien influyente que le permita hacer Le roi s´amuse, pero, pese a que desde La Fenice le habían prometido la ausencia de problemas con los censores, se equivocó. La obra de Hugo se consideraba escandalosa, fuera de los límites que marcaban el pudor –y la hipocresía- reinantes. Verdi y Piave se retiran a Buselo, el pueblo de Verdi donde preparan la composición de un esquema defensivo. Sin embargo, antes del estreno vuelve la censura más encarnizada hacia Verdi poniendo, incluso, hasta en evidencia su talento, donde: “sólo brilla la repugnante inmoralidad y obscena trivialidad del argumento del libreto titulado La maldizione”.

Pero no podía desperdiciarse un trabajo realizado tan concienzudamente y Verdi intenta negociar con los censores argumentando cada punto hasta encontrar un acuerdo. Se cambian aspectos como el traslado de la acción de la Corte de Francia a un ducado de Francia o Italia, se cambian los nombres inventados por Víctor Hugo así como otros aspectos fundamentales de la obra, como por ejemplo, el nombre del jorobado, que en origen se llamaba Triboulet pasa a llamarse Rigoletto.

Por fin, Verdi acepta todas estas condiciones y se firma el contrato. Y así es como nace Rigoletto, un personaje verdiano que se mueve entre el amor por su hija y el odio por el duque y los cortesanos y se representa.

El Teatro Real de Madrid, vuelve, con esta obra, a entusiasmar a un público cada vez más exigente y entregado que disfruta tanto de la música como de las voces, como ocurrió el mismo día del estreno con el bis del “Dúo de la vendetta” donde el barítono Leo Nucci volvió a ser ovacionado con encendido entusiasmo, junto a la soprano rusa Olga Peretiatko en el papel de Gilda, un apoteósico debut de esta cantante que actuará en próximas temporadas.

Coinciden todas las críticas en definir como algo apoteósico esta ópera teñida de dolor y odio, sentimientos que se izan sobre la joroba de Rigoletto que parece que quiera cargar con todo el dolor del mundo y que al mismo tiempo el mundo carga con su dolor. La burla se inflinge y se recibe al mismo tiempo. Una ópera distinta y muy esperada por el público, una obra muy en consonancia con la predisposición del espectador crítico que no se conforma con la opinión dirigida. El arte, en todas sus facetas, cumple a la perfección su misión que es la de formar al espectador para inducirle a la reflexión.

Se ofrecerán 16 funciones con tres repartos entre los días 30 de noviembre y 29 de diciembre.

(*) Concha Pelayo es escritora y Miembro de AECA