Pero el nombre de Módena también está asociado a un famoso producto gastronómico: el vinagre balsámico… ¿Quién no tiene en su casa una botellita de aceto balsamico di Modena? ¡aunque no sea el auténtico!
Hoy vamos a descubrir algunos atractivos turísticos de la provincia… empezando por ese preciado elixir culinario. Toda la provincia está llena de acetaias, es decir: haciendas donde se produce el famoso aceto (vinagre), y muchas de ellas organizan visitas guiadas para conocer, de primera mano, la historia de este preciado condimento y cómo se produce.
Spilamberto
El Torrione es el nombre que recibe un complejo de edificios de la época medieval ubicado a la entrada del pueblo Spilamberto, a 18 km. de la capital de la provincia, Módena. Allí se encuentra el Museo del Balsamico Tradizionale (museodelbalsamicotradizionale.org), el lugar más apropiado para conocer la historia y las características del llamado ‘oro negro’. El famoso vinagre modenés se obtiene a partir de mosto de uva cocido, que se envejece y trasvasa cíclicamente en baterías de barricas de diferentes maderas, donde el mosto experimenta bruscos cambios de temperatura, mucho frío en invierno y mucho calor en verano, características imprescindibles para que mengue el líquido, y que se dan en los desvanes de la llanura padana. En el proceso de trasvase lo que importa es la sensibilidad, la maestría y la experiencia del productor para conducir al líquido hacia una edad puntual, en la que la alquimia del tiempo dará color, densidad, sabor y perfume al producto final.
En toda el área existen acetaias familiares, que invitan a viajar por la cultura del vinagre balsámico, donde no solo se prueban diversos vinagres extra viejos (de hasta 30 años), sino que también se visitan los viñedos donde se cultivan las uvas. Algunas de ellas están dentro de los planes de agroturismo, lo que significa que podemos pernoctar en sus instalaciones, como en Acetaia Sereni (acetaiasereni.com/it) situada en el pequeño pueblo de Marano sul Panaro.
La hacienda productora Antica Acetaia Cavedoni (acetaiacavedoni.it), datada en 1860) está considerada como la más antigua del territorio.
Vignola
A 6 km. del templo del aceto balsamico se encuentra una pequeña localidad de nombre Vignola, con castillo y palacio visitables, como La Rocca (s.XV) y el Palazzo Barozzi (s.XVI); pero aparte de las bellezas arquitectónicas, destacan tres productos gastronómicos exclusivos: la ‘torta barozzi’, que solamente se puede degustar en el local que lleva su nombre: Pastelería Barozzi (tortabarozzi.it); el licor Nocino y la cereza negra.
El Nocino es uno de los licores tradicionales más famosos de Italia. Se elabora a base de nueces verdes maceradas 40 días en alcohol a las que se añaden canela, clavo, piel de limón, nuez moscada y granos de café. El resultado es una bebida especiada, ligeramente picante, y muy agradable en boca.
Y la cereza negra, llamada amarena, que se cultiva en estas tierras, se embotella en almíbar y se usa como decoración de postres y cócteles. Tanto el licor Nocino como la cereza negra son especialidades de Casa Toschi (toschi.it), un establecimiento que alberga un laboratorio de helados y una cocina donde se imparten cursos y se celebran eventos. También tiene un espacio con barra de bar donde podemos encontrar otros productos de coctelería como siropes y jarabes sin azúcares (jarabes cero), y donde el autor de este reportaje elaboró un cóctel de inspiración tiki, ad hoc para Casa Toschi, que tituló TikiToski
Carpi
Nos trasladamos al municipio de Carpi (15 km. al norte de Módena). Allí completamos el tour que hemos dedicado a algunos productos gastro con una visita cultural que nos deparará una interesante experiencia viajera. Se trata de la visita al Palazzo dei Pio (palazzodeipio.it), conocido como el Castillo de Carpi. Es un conjunto monumental con más de 14.000 metros cuadrados de superficie, formado por fortalezas, torres, patios y edificios construidos entre los siglos XIV y XVII, en el que encontramos curiosidades costumbristas y artesanales que nos dan la perspectiva del devenir de otras épocas… de momentos de guerra y paz y, sobre todo, de momentos de esplendor del arte. El área visitable incluye patios, pórticos, una capilla, y varias salas de exposición, donde descubrimos curiosidades como que Carpi estuvo vinculada a la producción artesanal en la excelencia del arte de la escayola, una técnica novedosa para procesar de yeso que se utilizaba en la construcción de iglesias. También destacó en la artesanía del truciolo, que es la técnica de devanado y trenzado de paja para confeccionar sombreros Existían diseños sumamente complejos, similares al encaje, llamados ‘de fantasía’, que lucían las elegantes damas de la burguesía decimonónica. Existe información sobre esta actividad desde principios del siglo XVI, aunque su desarrollo industrial tuvo su esplendor en los albores del siglo XIX, sobreviviendo hasta mediados de la década de 1970. El museo cuenta con ejemplares de colección.
Naturalmente, Carpi también forma parte del ‘territorio del gusto’, así que no nos despedimos de la villa sin mencionar los productos icónicos de la región: cappelletti in brodo, tortellini de calabaza, gnocco frito con mortadela, el tradicional zampone, el cotechino con zabaione, su peculiar mostaza fina, el queso parmesano, y el lambrusco Salamino di Santa Croce.
Más información:
www.visitmodena.it/en
www.modenatur
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