Mueren más de 30 sicarios en refriegas con el Ejército mexicano

PLANTAR BATALLA
Ocho días después del hallazgo de 72 emigrantes asesinados en un rancho de Tamaulipas, en el noreste del país, un reconocimiento aéreo llevó a descubrir otra finca sospechosa en el límite de ese estado con el de Nuevo León, ambos presa del narcotráfico y en disputa entre Los Zetas y el cártel del Golfo. Varios hombres armados huyeron en distintos vehículos. El resto, con uniforme militar y chaleco antibalas, plantó batalla a los soldados que allanaron el rancho.

El Ministerio de Defensa no dio muchos detalles del enfrentamiento, ocurrido en el término neoleonés de Treviño, junto al tamaulipeco de Ciudad Mier. Además de los 27 sicarios muertos, los militares contaron 25 armas largas, más de 500 cargadores, cuatro granadas y 23 vehículos, entre ellos dos camiones pintados como los del Ejército. Así, disfrazados de soldados, realizan muchas de sus fechorías Los Zetas, la poderosa mafia dirigida por ex militares de élite.

Menos de 24 horas después, el Ejército sostuvo ayer un nuevo tiroteo con un grupo de pistoleros no muy lejos de allí, en el municipio de Juárez de ese estado de Nuevo León. Los soldados abatieron a otros cuatro presuntos sicarios.

El enfrentamiento que desde enero mantienen Los Zetas contra el Cártel del Golfo, que los creó, se extendió desde su viejo bastión de Tamaulipas y con singular violencia desde marzo a Nuevo León y su capital, Monterrey. Innumerables secuestros, más de 200 asesinatos y las cotidianas refriegas callejeras han puesto en jaque a la población.

Dos sicarios del cártel de Los Zetas yacen muertos tras el enfrentamiento con el Ejército mexicano en el rancho El Troncón