Budapest, rico pasado imperial y los sabores de su gastronomía

Su pasado imperial como parte del rico Imperio Austro-Húngaro, se refleja en sus edificios históricos y numerosos palacios, en la capital y otras ciudades importantes. Hoy Hungría, después de diez años de pertenencia a la Unión Europea es un país emergente y en crecimiento y con cambios en su aspecto externo y en la mentalidad abierta de sus gentes.

BUDAPEST, es hoy una bulliciosa y fascinante capital, que combina su pasado histórico del Imperio Austrohúngaro con una moderna ciudad que está realizando unos cambios para modernizándose a pasos agigantados. La capital húngara es una ciudad con mucha vida y calles repletas de miles de turistas, que disfrutan de su rico pasado representado por sus innumerables palacios y edificios históricos a ambas orillas del caudaloso Danubio, la arteria fluvial del país que divide a la ciudad en las dos míticas partes de BUDA y PEST, las dos caras de un mundo diferente. En ambas orillas se encuentra 80 museos, 7 baños históricos, 8 baños termales, 180 hoteles y más de 300 restaurantes, además de los característicos “bares de ruinas”.

Budapest, es una ciudad viva y al mismo tiempo no demasiado estresantes, sus 2 millones de habitantes, la hacen acogedora y divertida. Recomendamos las visitas al: Parlamento, un impresionante edificio que se distingue desde ambas orillas del Danubio, es el segundo más grande de Europa, en ella se conserva la corona de los reyes húngaros y es utilizado por los actuales parlamentarios elegidos por votación popular y democrática.

La Iglesia de San Matías, ha jugado un papel importante en la vida del país, por ser utilizada por los reyes húngaros para realizar su coronación. El Bastión de los Pescadores, situado en los alrededores del Castillo de Buda y las viejas murallas, desde sus terrazas se contempla una vista única de la ciudad.

La Plaza de los Héroes, con la monumental estatua del arcángel San Gabriel, de 36 metros de altura, a sus pies de encuentra las estaturas de los siete jefes con sus caballos y los 14 reyes y políticos.

La Catedral de San Esteban, el segundo edificio más alto de la ciudad, es visitada no sólo por su belleza sino por que en ella se contiene el brazo de San Esteban, el rey fundador del país húngaro.

La Avenida Andrassy, la Citadella, la calle Vaci, el Teatro Nacional, el Mercado Central, bullicioso y donde se pueden encontrar los productos de todo el país, su generosa oferta de productos de la tierra, cereales, legumbres, la famosa “papikra dulce”, frutas, carnes y pescados y los productos manufacturados de embutidos, el famoso hígado de oca y patés.

Y los renombrados vinos húngaros, la elaboración de los vinos forma parte de la cultura húngara desde el pasado, hay familias enólogas que mantienen su tradición sus descendientes. Hungría posee 22 regiones de vinos, de las cuales dos son especialmente destacables, la de Tokaj y de Sopron, que están clasificadas como Patrimonio de la Humanidad.

Otros edificios singulares son La Sinagoga de la calle Dohány, La Casa del Terror, La Opera Nacional, el parque zoológico y jardín Botánico, el barrio de los Palacios, etc.

No dejemos de visitar los afamados baños termales, que ya se utilizaron en el pasado durante la dominación romana, y de las que han dejado algunos vestigios en excavaciones que se han encontrado pruebas de su existencia, posteriormente durante la ocupación otomana, hace más de 500 años, ha dejado los baños de Kiraly y Veli bej.

Pero si duda los más excitantes son el Balneario Gellert, que es el complejo de baños más grande de Europa. Y el Balneario Széchenyl, con 21 piscinas y fiestas nocturnas en los meses de verano.

Budapest ofrece un clima acogedor y templado en su primavera y verano, cuando el calor aprieta, relájese en la plaza De Deák bebiendo un “frócs” un vino con sifón.

Budapest ofrece numerosos lugares de ocio, los teatros y los museos, sus festivales, el mercado dominical de artistas, el bistro moderno de vino, la oferta gastronómica es muy abundante. Los platos más típicos de la cocina húngara es el famoso “goulash”, que se prepara a base de carne y verduras, al estilo de un cocido, es un plato de invierno.

Otros platos de la cocina húngara son: “Porkoit”, trozos de carne con un caldo de pimentón. Otro plato es el “Halaszle”, es una sopa picante de pescado.

En cuanto a postres destacamos el “Dobostorta”, pastel de moca y caramelo. El “Madartej” - leche de pájaro- es un pastel de leche con vainilla.

También no debe dejar de probar su pescado, sus embutidos, el famoso “salami” húngaro, el hígado de oca, etc.

La elaboración de los vinos forma parte de la cultura del país.

El Café Gerbeaud, ubicado en un original y artístico edificio en el corazón de la ciudad, con redondas mesas de mármol, abierto en 1885, es el punto de encuentro de la gente elegante de la ciudad, es cafetería y pastelería-heladería de elaboración propia, situado en la calle comercial y peatonal desde su terraza se observa el bullicio de la gente.

A ambos márgenes de los barrios de Buda y Pest, vale la pena una visita nocturna, para visitar los bares de vinos y aguardientes de la cuenca de los Cárpatos. En Pest los bares Divino, Egykettö froccsliget y Kandarka, o en Buda el bar Boryou.

Budapest y varias rutas desde la capital han sido visitadas por un numeroso grupo de periodistas y escritores de turismo, del 23 al 29 de Junio de 2014, en el “ENCUENTRO INTERNACIONAL DE HUNGRIA”, organizado por la FEDERACION INTERNACIONAL DE PERIODISTAS Y ESCRITORES DE TURISMO (FEPET) en colaboración con la Oficina de Turismo de Hungría en España.

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