Actos vandálicos a su monumento en Móstoles

Por Gaby Alonso - Twitter: @Gabriela_Alonso  

Desde fines de 2011, Móstoles muestra con orgullo un monolito en homenaje a Iker Casillas, nacido en ese pueblo, y mejor portero del Mundo, el cual puede verse en uno de los extremos de la ex Avenida de los Deportes, desde ese mismo momento, Avenida Iker Casillas. El mismo ha amanecido este martes con la imagen del portero borrada con pintura negra y sobre ella, pintada con spray, la frase “Aúpa Diego L. Ahora ya es el mejor portero... de Pozuelo”, en referencia a la nueva residencia del capitán y en un acto vandálico que se suma a la seguidilla de elementos de una campaña en contra del meta.

Casillas no ha dejado de ser el centro de atención desde que tras recuperarse de la fractura que sufrió en enero en una de sus manos, no ha vuelto a la titularidad por decisión expresa del entrenador Mourinho, y desde entonces, reiterados hechos se han sucedido en su contra, asemejándose cada vez más, a una presión psicológica.

El pasado sábado durante el partido del Real Madrid ante Betis en el Santiago Bernabéu, el capitán de la selección campeona del mundo y bi-campeona de Europa, cosechador de múltiples récords, fue ovacionado por el público del Bernabéu y se hizo correr la bola de que había sido pitado por uno de los grupos extremistas de la afición madridista, hecho que ya ha sido desmentido por los supuestos protagonistas y por el propio público presente.

Pero no solo eso, constantemente y desde que se conoció la suplencia del mostoleño, ha sido degradado por un grupo de personas, que intentan dirigir la atención hacia hechos puntuales, como que no se vio que haya saludado a Diego López antes de un partido, para ponerle a la afición en contra.

Las cosas son claras: Iker Casillas es leyenda viva del fútbol mundial y no hay más explicación que una decisión técnica para sentarle en el banquillo. Quien esté en contra lo expresa de buena manera y está en todo su derecho, pero los actos vandálicos y los rumores en contra de personas que constantemente han dejado en alto el nombre de una nación, no son otra cosa que una gran presión psicológica, y deberían ser repudiados por todos los integrantes del deporte.