Lugo espera solidaridad en el traspaso de tecnología para la educación

"Los países desarrollados, de Primer Mundo, han apostado hace cuarenta años a una educación renovada, comprometida con el desarrollo, con la generación de empleos", destacó el mandatario sudamericano.

Añadió que "estamos convencidos de que la innovación en educación con el aporte tecnológico lo podríamos hacer (en Paraguay) a través de la solidaridad internacional".

Para el ex obispo, las reuniones como la Cumbre Iberoamericana de Estoril (Portugal), que se celebrará del 30 de noviembre al 2 de diciembre, suelen servir para realizar algunas reuniones bilaterales, y confirmó que ya tiene cerrados sendos encuentros con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y con Óscar Arias, de Costa Rica.

Además, "los encuentros informales con los mandatarios hacen a veces que las relaciones sean afectuosas y eso lleva después a tratar temas que hacen al desarrollo del país", apuntó.

Sobre la conversación con Rodríguez Zapatero, Lugo dijo que además de conversar sobre el problema de inmigración en España, "creo que lo fundamental es el intercambio comercial. La ayuda solidaria entre nuestros países".
"El intercambio que pueda haber en cooperación, en becas, temas económicos, sociales, culturales por sobre todo, más aún ahora que se acerca la celebración del Bicentenario de la Independencia de Paraguay. Será una oportunidad para relanzar unas relaciones más profundas entre estos dos países", declaró.

Por otro lado, el presidente de Paraguay opinó que la Cumbre de Estoril no es un foro adecuado para tratar los conflictos de la región como los de Colombia con Venezuela y con Ecuador.
"Creo que Unasur es el espacio privilegiado para el tratamiento de esos temas, especialmente, los roces y conflictos fronterizos entre Colombia y Venezuela, Colombia y Ecuador, que están mejorando un poco, o entre Perú y Chile".

Insistió en que "Paraguay como un Estado neutral, que no está involucrado en estos conflictos, puede dar un aporte importante para la solución de estos roces y conflictos", y recordó que "nuestra posición siempre ha sido equilibrada, buscando la armonía, la paz, que son uno de los objetivos de nuestra política internacional".

El mandatario dijo que espera "reunirse antes de fin de año" con su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para verificar el cumplimiento de los acuerdo que ambos firmaron el 25 de julio pasado en Asunción, en especial sobre el aumento de beneficios para Paraguay en la hidroeléctrica conjunta de Itaipú.

El acuerdo, que debe ser ratificado por el Congreso brasileño, triplica las compensaciones que recibe Paraguay por la cesión de su parte de energía de Itaipú y abre la posibilidad de lo comercialice en el mercado libre de Brasil o que lo venda a terceros países.

ugo reconoció que debería haberse reunido con Lula tres meses después para dar marcha al asunto, aunque dijo que no hizo falta porque "el Congreso paraguayo ha aprobado el acuerdo, el presidente brasileño también ha enviado ese documento al Parlamento de su país".
"Creo que ese sería el primer paso para hacer viable todo lo que contiene ese acuerdo", aseveró.

Con relación a la hidroeléctrica de Yacyretá, que comparte con Argentina sobre el río Paraná, al sur de la central de Itaipú, el jefe de Estado señaló que "hay avances y retrocesos. Creo que son obras diferenciadas. Itaipú es una obra terminada, Yacyretá está en construcción".
"Los principios generales en los que estamos de acuerdo con Argentina son que queremos terminar bien los trabajos antes de hablar de Añá Cuá, Corpus y otras tareas previstas", señaló.

"El acuerdo primero era subir el embalse en diciembre, luego de terminar las obras. Eso se podría prorrogar hasta febrero, hasta que esto esté terminado. Este puede ser un tema de conversación y de acuerdo bilateral con Argentina", acotó.

Lugo visitó esta semana Encarnación, la ciudad paraguaya más afectada del área de influencia de la obra, y ordenó una reducción gradual de la cota del embalse debido a las inundaciones que se registran en el lado paraguayo, lo que retrasará el cronograma del proyecto.

La hidroeléctrica, emplazada sobre el río Paraná y que en su mayor parte alimenta al sistema energético argentino, operaba a 80 metros y para el 2011 se prevé una altura de 83 sobre el nivel del mar como especifica el diseño final del proyecto.