Los 27 comenzarán a estudiar cómo apoyar los cambios hacia la democratización, analizarán el tipo de relación que cabría mantener con Cuba en el futuro y explorarán la posibilidad de establecer algún tipo de acuerdo bilateral simplificado, que englobaría el diálogo político, la cooperación al desarrollo y las relaciones comerciales.
Aunque este movimiento dista mucho de las tesis defendidas hasta ahora por España a través de su ex ministro de Exteriores Miguel Angel Moratinos -partidario de sustituir la actual política por un marco de relación bilateral-, fuentes diplomáticas españolas creen que si la UE da ese paso sería 'el principio del acta de defunción' de la Posición Común.
España renuncia en cierto modo a cambiar la postura europea y espera, por tanto, que el debate del lunes se centre más en las relaciones futuras con Cuba, único país de América Latina con el que la UE no tiene un vínculo contractual.