El fallo, de la Corte de Apelaciones santiaguina de San Miguel, ratificó como autor del crimen al coronel Mateo Durruty Blanco, en ese tiempo comandante del regimiento de Ingenieros de Montaña de Puente Alto, localidad situada al sudeste de Santiago, donde se cometió el crimen.
En primera instancia, la jueza especial Marta Hancke había sentenciado a Durruty a 10 años y un día de prisión, en un fallo emitido el 24 de julio de 2008, por el homicidio del obrero José Rodríguez Hernández, de 24 años, cometido el 14 de septiembre de 1973, tres días después del golpe que encabezó Augusto Pinochet.
El trabajador, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), murió a causa de "heridas múltiples de bala", según el certificado de defunción incluido en el proceso.
La prensa de entonces publicó que Rodríguez era un extremista peligroso, que había sido condenado a muerte por un consejo de guerra y fusilado por militares.
Sin embargo, nunca se pudieron encontrar las actas del supuesto consejo de guerra, por lo que se determinó que Rodríguez fue ejecutado al margen de todo proceso legal.
En la parte civil, el tribunal de alzada ratificó que Durruty debe pagar una indemnización de 30 millones de pesos (unos 63.830 dólares) a Macarena Rodríguez Villagra, hija de la víctima.