Los ómnibuses sirvieron durante una década para enseñar a los visitantes los principales atractivos de la ciudad, mediante recorridos por diversas rutas con azafata y explicaciones a través de auriculares en español, inglés, francés, alemán, italiano, portugués, japonés y ruso.
Por lo pronto, han dejado de operar, una vez que esta semana se acabara el contrato de concesión que ha explotado una unión temporal de empresas (UTE).
El consistorio madrileño aseguró que trataría de abrir el expediente para un nuevo contrato del servicio, según explicó a EFE el coordinador de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Fernando Autrán.
La concesión estará adjudicada en unos tres meses, pero hasta entonces los turistas no podrán disfrutar de los ya tradicionales recorridos.