Francia, cuna del arte naif, es un país muy aficionado a género de pintura, como lo demuestras los numerosos pintores y coleccionistas del arte naif y los diversos museos especializados como el Max Fourny en Paris o el de Niza, entre otros.
La cita del Grand Palais y la pintura naif suele ser bianual y a ella asisten más de una decena de artistas españoles. Este año, sin embargo, no figuran más que los nombres de Amalia Amalia Fernández de Córdoba y el chileno, Tito Lucaveche, residente desde hace décadas en España. Ambos son habituales de esta cita bianual naif en el Grand Palais.
La denominación naíf, naif o naïf (del francés naïf, 'ingenuo') se aplica a la corriente artística caracterizada por la ingenuidad y espontaneidad, el autodidactismo de los artistas, los colores brillantes y contrastados y la interpretación libre de la perspectiva o incluso la ausencia de ella. Cuando esta estética es emulada por un artista capacitado, el resultado a veces se llama primitivismo, arte pseudonaíf o falso arte naíf.