En esta edición el evento estrenó el título de Fiesta de Interés Turístico Regional. El actor Jorge Sanz fue designado “Embajador del Sobao Pasiego y la Quesada”.
Los actos contaron con la presencia del consejero de Desarrollo Rural, Pablo Palencia; el alcalde de Vega de Pas, Juan Carlos García; y el presidente de la IGP Sobao Pasiego y de la Cofradía, Adolfo Gómez.
Estuvieron arropando a la cofradía organizadora las de los Cocidos de Cantabria, la del Queso, la del Bonito del Norte, la de la Anchoa, El Zapico, la Nécora de Noja, Anchoa del Cantábrico y la de Vino y Orujo de Liébana. Desfilaron con sus trajes de ceremonia precedidos del grupo de danzas Torreón de Cartes.
La feria, de 3 días de duración, fue inaugurada por la presidenta del Gobierno de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga. Se entregó el título de Sobado de Oro a la Policía Nacional en 200 aniversario. No faltaron los talleres infantiles, un concurso de bolo pasiego y el folclore.
El cocido pasiego (que lleva como principales ingredientes carne de oveja y garbanzos) fue protagonista, al presentar su receta la Cofradía de los Cocidos de Cantabria. Su Gran Maestre, Gabriel Argumosa, comenzó señalando que la cofradía que preside tenía “un recorrido corto” porque se fundó en 2.019 y después estuvo marcada por la inactividad de la pandemia. Pero, añadió que sus miembros tenían ilusión y el deseo de hacer muchas cosas “sacando a la luz las recetas que se han ido desapareciendo”.
Por su parte, Juanjo García, expuso que llevaba 40 años “dando vueltas a este guiso”, que los lugareños llamaban cocido de garbanzos. Tras exponer su forma de elaboración del guiso, manifestó su deseo de que “le empecemos a ver en los restaurantes de la comarca”.
Miembros de la Cofradía de los Cocidos de Cantabria repartió entre el público folletos con la receta del Cocido Pasiego.
Este cocido es un guiso completo y potente, elaborado a partir de la cocción de agua y con ingredientes como son las legumbres, hortalizas, carnes y embutidos. Se sirve primero la sopa y, posteriormente, los garbanzos con la carne, junto con las hortalizas en un plato conjuntamente, para que cada comensal se sirva según su preferencia. Existe la opción de rehogar el repollo con ajo y pimentón antes de ser presentado.
Este contundente guiso, es típico de la zona pasiega, en las cabeceras de los ríos Pas, Pisueña y Miera, que prácticamente ha desaparecido de la costumbre culinaria de la zona. En tiempos le recuperó la cofradía gastronómica El Zapico.
La doble particularidad de este potaje, según narra Pedro Arce en su libro “Los Cocidos de Cantabria”, es que está realizado con garbanzos, como reminiscencia de su relación con las Merindades burgalesas del Sur de la Cordillera Cantábrica, con cuyos territorios ha tenido una gran relación en el pasado histórico, no exenta de conflictos por los pastos. La otra seña de identidad es que la carne utilizada es la de oveja, después de haber obtenido de tan duro animal la lana, la leche y las crías.
El escritor e historiador Pedro Arce considera que este guiso, al igual que otros que se reparten por la geografía regional, “es parte de la historia de Cantabria”.
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