Partiendo de esa afirmación, no es difícil determinar la importancia de un buen expositor frigorífico para la mayoría de los negocios, sobre todo, de aquellos como panaderías, pastelerías, bares, cafés y hasta para los de venta de productos frescos, donde los expositores frigoríficos pueden ser un instrumento publicitario impactante, de cara a incentivar a los consumidores para adquirir determinados productos.
Ahora bien, para tener éxito en dicha estrategia, y al mismo tiempo, adquirir un aparato que cumpla con las necesidades básicas de refrigeración de los productos, es necesario establecer ciertas comparativas, ya que hay muchos expositores frigoríficos, no siendo todos válidos para cada caso.
El tamaño es importante
Comúnmente, hay expositores de tamaño mini, cuya capacidad rara vez será mayor de los 100 litros, y sus dimensiones no serán superiores a los 50 cm cúbicos.
Luego, están los expositores más comunes, que son los de tamaño mediano, y cuentan con una única puerta, cuyas capacidades están en torno a los 250 y 375 litros; que son, al mismo tiempo, una alternativa como refrigeración principal para ciertos negocios dedicados a la venta de productos que requieren conservación en frío.
Finalmente, están las neveras expositoras de 2 puertas, que pueden ser batientes o correderas, y cuya capacidad prácticamente duplica las de los expositores de tamaño mediano.
El tamaño es importante por varios aspectos:
-
Permite mostrar más productos, y con ello, captar la atención de los clientes.
-
Dependerá del espacio disponible para colocar el equipo.
-
Generalmente, mientras mayor sea la capacidad, mayor será el precio.
Productos a almacenar
En la actualidad, la cantidad de modelos disponibles dentro de la categoría de expositores frigoríficos, ha aumentado hasta el punto de que se puede escoger dependiendo del tipo de productos que se vayan a almacenar. Y es que aunque luego se puedan adaptar los compartimentos para almacenar cualquier cosa, lo ideal sería adquirir un expositor que desde el primer momento pueda brindar todo lo que se necesite.
Así, dentro de la categoría, están aquellos expositores ideales para almacenar y mostrar a los consumidores productos de pastelería o de panadería; pero también, aquellos destinados a la comercialización al detalle de licores y bebidas frías, pasando por los que tienen secciones específicas para el almacenamiento de botellas.
Dependiendo del tipo de producto, elegir un expositor frigorífico puede hacer que los resultados sean mucho mejores desde el punto de vista de captar la atención. Si no se tiene claro su uso, o si el mismo puede llegar a ser variado, lo mejor será apostar por las divisiones y por el estilo tradicional.
Consumo energético
Las neveras expositoras no son productos recientes, llevan usándose durante muchos años en los negocios, por lo que modelos no van a faltar en el mercado. Sin embargo, un consejo es crucial: lo mejor es apostar por tecnología reciente.
Aunque el precio pueda ser un poco mayor, se ahorra mucho más con el tema del consumo energético, sobre todo, en esta clase de aparatos que, por lo general, siempre están conectados a la red eléctrica y funcionando al máximo de sus capacidades. La diferencia entre un electrodoméstico de alta eficiencia y uno que esté solo un renglón por debajo, puede ser de cientos de euros cada año, de manera que la decisión no es baladí.
Proveedores confiables
Al comprar expositores frigoríficos, lo ideal es buscar en el catálogo de empresas dedicadas a la venta de soluciones para el sector de la hostelería y los negocios. Por su experiencia, por los precios y por la variedad, pueden ser la mejor opción; al mismo tiempo que pueden ofrecer una mayor asesoría y mejores garantías.
Los expositores frigoríficos no dejan de ser una gran solución de refrigeración para los negocios minoristas, al tiempo que se han convertido prácticamente en un reclamo para captar la atención del público.
(CN-04)
Si (
No(
