En la inauguración estuvieron presentes: la embajadora de Polonia Marzenna Adamczyk; el consejero Cultural la Embajada Argentina, Francisco Mozetik, acompañado de Susana Iglesias, coordinadora del Departamento de Cultura; la presidenta de Mujeres para el Diálogo, Giovanna de Calderón, así como numerosos artistas visuales y amigos.
La exposición, comisariada por Alfonso de la Torre, permanecerá en cartel hasta el 25 de octubre de 2020.
Lola Chamero abrió el acto elogiando la exposición de Zapisek y animó a los presentes a invitar a todos a visitar esta singular e importante muestra pictórica en la Casa de Vacas.
Seguidamente Alfonso de la Torre pronunció las siguientes palabras:
“En pocas ocasiones, como en esta, he podido vivir un verdadero ejemplo de trabajo curatorial, durante un largo año de trabajo que se inició con el encuentro hace unos años en un Museo en Málaga y que continuó conociendo a fondo el intenso quehacer de esta artista extraordinaria. Como le he dicho a ella estos días, conocerla ha sido, verdaderamente, un honor. Aprovecho para mencionar a Mario Sawlowsky, su marido quien realiza, también, un trabajo ejemplar en el soporte de Adriana, y en el arte de nuestro tiempo impulsando un importante premio de Pintura Abstracta. También a Luis Magán, por su cooperación en la organización y a Julia Sáez-Angulo, que ha venido colaborando en el proyecto.
Sobre Adriana dijo Eduardo Mac Entyre, uno de los grandes artistas argentinos, que busca la perfección, persiguiendo un lenguaje visual puro.
Nos hallamos pues en esta exposición “Adriana Zapisek. Buscando lo sublime” que, como he escrito, les invita a ustedes a un verdadero viaje por eso que Nabovok llamó en “Ada”, la alfombra mágica de la creación.
Un viaje a través de más de treinta años de trabajo en donde esa alfombra nos conduce por lienzos, monotipos e impresiones digitales, volando ahora por un país que es el de nuestro tiempo artístico y cuyo resumen podría ser la pregunta sobre el misterio que construye las imágenes.
Muchos títulos seriales como el auroral “Eos” (1992-1993); “Gemas” (1991) o “Luces del Mediterráneo” (2010), retornan su pintura hacia aquellos ecos misteriosos de lo natural que nos evocan a Klee, sus geometrías musicales y vivientes “estructuras cerradas que giran sobre si mismas en el espacio”.
Esa indagación en lo espacial hace que Zapisek desmaterialice el mundo de lo real sometiéndolo con intensidad a las diversas visiones de su poesía visual, haciéndonos saber la fuerte impronta sensual que gobierna el surgimiento de sus imágenes, así han de entenderse sus ciclos dedicados a sugerencias evocadas desde: “El Cantar de los Cantares” (2000); “Óperas” (2001-2002) o “Cuentos y leyendas polacas-Polska” (2007-2008). Se encuentra Zapisek, en esa evocación de historias, con otras mujeres artistas que han creado desde los relatos que llegaron, a veces por el aire, narraciones que fueron al oído susurradas, historias escondidas en un recodo del mundo, y pienso ahora en Siri Dekert o en Farideh Lasai, escuchando las historias que aquellas me contaron de las historias. Los relatos que acariciaron otros oídos, como aquella Zapisek podría escribir: aquí estoy, he custodiado cada cosa dentro de mí.
Además de esa evocación de lo vegetal, hay formas que parecen fluctuar como el agua o la atmósfera, tal un paseo entre lo compacto y lo fluido que nos recuerda la afirmación de Klee cuando señala con tino la capacidad del misterio en el arte: “ciertas cosas pueden pasar bajo nuestros pies, existen regiones donde otras leyes son en vigor, para las que sería preciso encontrar nuevos símbolos (…) el reino intermedio de la atmósfera donde su hermano más pesado, el agua, nos da la mano y se entremezcla para que podamos llegar, acto seguido, al gran espacio cósmico”.
Entre el repertorio de lo visible, vuelo de la imaginación en búsqueda de lo sublime, en palabras de Zapisek”.
Entre los asistentes: el Doctor Oscar Gatica; el profesor de Bellas Artes, Ángel Zaldívar; el profesor Antonio L. Zuazo; Margaret Eyris, marquesa del Salobral; el arquitecto Luciano Moreno; el violinista y pianista Gabriel Arcángel; la compositora Hilda Herrera, la mezzosoprano Carolina Andrada; Lola Rodríguez, de la Fundación Mensajeros de la Paz; el marchante de arte Ángel García Rivas; la editora Teresa Escarpenter; la empresaria María José Belaustegui, numerosos artistas del Grupo pro Arte y Cultura, así como amigos argentinos en la capital de España.
Adriana Zapisek (Buenos Aires), argentino/polaca, residente entre Madrid y la capital argentina, es una de las artistas más representativas del Arte generativo. Discípula de Eduardo Mac Entyre, su obra refleja las sugerentes manifestaciones del citado movimiento artístico dentro de la Pintura Abstracta, que se creó en Buenos Aires, con el Manifiesto de Eduardo Mac Entyre y Ángel Vidal en 1960.