El Gobierno venezolano ha reafirmado que no aceptará a Larry Palmer como nuevo embajador de Estados Unidos porque agredió "groseramente" a instituciones fundamentales de Venezuela y se hizo "indigno" del cargo.
Así lo expone el gobierno de Hugo Chávez en un comunicado remitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, después de conocer "informaciones de prensa que refieren que el Senado de los Estados Unidos se encuentra a un paso de confirmar la nominación de Larry Palmer como Embajador designado de ese país en Caracas".
Esa confirmación, según la nota del ministerio, se producirá "a pesar de que las inaceptables actuaciones de Palmer hayan provocado la revocatoria del beneplácito (...) que el Gobierno bolivariano le había otorgado".
Para Caracas la insistencia de Washington en mantener el nombramiento de Palmer "constituye una nueva provocación y una manifestación de la hipocresía de la elite que gobierna ese país".
El comunicado recuerda que "es bien conocido cómo Palmer quebrantó las reglas básicas de respeto al país que lo iba a recibir, agrediendo groseramente a las instituciones fundamentales de la Venezuela bolivariana y haciéndose indigno de las funciones que se destinaba a desempeñar".
El conflicto en torno a Palmer surgió después de la comparecencia a puerta cerrada del diplomático ante el Senado de su país, el pasado 3 de agosto, para ser evaluado respondiendo 12 preguntas sobre Venezuela. Palmer dijo en el Senado, entre otras cosas, que la moral de las Fuerzas Armadas de Venezuela era baja y habló de la necesidad de que se investigue la presunta presencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en su territorio.
Las respuestas, filtradas a la prensa, fueron consideradas "inaceptables" por Caracas.