-rebate al oponente solo en lo relativo a sus familia.
-miente, tergiversa y manipula
-desconoce la verdad
-abunda la mentira
-Hacen de la anécdota la categoría.
Claro que intentar así mediatizar a Aznar, azote nada menos que de González, con aquello de “váyase Sr. González” que tanto le servició para desgastarle políticamente y que quedó en la sociedad como una consigna.
Me merecen respeto los que se dedican a la vida pública pero ese respeto decae mucho, cuando en los debates:
Se carece de rigor.
Se miente
Se retuerce la realidad
Se manipula
Y en definitiva se actúa torticeramente, solo queriendo quedar encima de compareciente.
Aznar viejo zorro de la transición, se “le ha merendado al Sr. Iglesias”, que acostumbrado a los debates con los políticos actuales, se ha tragado el polvo donde le ha mandado Aznar en un ejercicio de dignidad y saber hacer, que curioso me he llegado a reencontrar con Aznar que nunca “fue santo de mi devoción”.
(*) Pedro J. Rodríguez Iglesias es escritor.