El presidente ruso, Vladímir Putin, denunció este martes los intentos de deslegitimar la "convincente" victoria electoral de Donald Trump con denuncias como sus supuestos encuentros con "prostitutas" en un hotel de Moscú.
"Da la impresión de que ellos, tras haber ensayado en Kiev, están dispuestos a organizar un Maidán en Washington con tal de no dejar a Trump asumir el cargo", dijo Putin en una rueda de prensa.
Putin aseguró que en EEUU continúa "la agria lucha política", pese a que las elecciones presidenciales terminaron "con la convincente victoria del señor Trump".
"Bajo mi punto de vista, en el transcurso de esa lucha se han planteado varios objetivos, puede ser que más, pero algunos son evidentes. El primero de ellos es restar legitimidad al presidente electo de EEUU", dijo.
Advirtió de que esos intentos de deslegitimación están causando un gran perjuicio a los intereses nacionales de EEUU, "lo quieran o no los que lo hacen".
El líder ruso subrayó que el segundo objetivo es "atar de pies y manos al recién elegido presidente cuando intente cumplir las promesas que le hizo al pueblo norteamericano durante la campaña electoral, tanto dentro del país como en la arena internacional".
Recordó que cuando Trump vino a Moscú hace varios años, era un empresario, no un político, y destacó que en Moscú desconocían que albergaba "ambiciones políticas".
"Era un simple empresario. Uno de los más ricos de EEUU. ¿Alguien cree que los servicios secretos rusos siguen a cada millonario norteamericano? Por supuesto que no. Eso es una completa tontería", señaló.
En cuanto al supuesto encuentro con "prostitutas", Putin aseguró que Trump "es un hombre adulto y, además, una persona que durante muchos años ha organizado concursos de belleza".
"Se relacionaba con las mujeres más bellas del mundo. Me cuesta mucho imaginar que él corrió a un hotel a reunirse con nuestras chicas de baja moral. Sin lugar a dudas, son las mejores del mundo, pero dudo que Trump cayera en eso", destacó.
El jefe del Kremlin tachó la prostitución de "lamentable fenómeno social", pero aseguró que la gente que encarga falsas acusaciones y las utiliza en la lucha política "son peores que las prostitutas y no tienen ningún límite moral".
Insistió en que dicha situación testimonia "el considerable nivel de degradación de la elite política en Occidente, incluido Estados Unidos".
A su vez, criticó al presidente saliente, Barack Obama, por no saber marcharse, en alusión a la última andanada de sanciones contra el Kremlin
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