Las dos grandes facciones de traficantes de droga se han juntado para declarar la guerra al Estado bajo el lema “Unidos por la droga”.
Río de Janeiro lleva en guerra ya seis días. La batalla se ha trasladado ahora a la favela Complexo do Alemâo, favela en la que se refugiaron el jueves algunos criminales tras la operación policial para entrar en la vecina favela de Vila Cruzeiro.
Precisamente en una zona entre ambos barrios, en el norte de Río, un helicóptero de la policía recibió ayer varios disparos.
Horas después, 800 efectivos de la Brigada de Infantería Paracaidista se desplegaron alrededor de ambas barriadas con el objetivo de cercar el área y taponar las vías de fuga de los criminales.
Por otra parte, el fotógrafo brasileño Paulo Whitaker, de la agencia Reuters, recibió ayer un balazo en el hombro mientras cubría el intenso tiroteo entre la Policía y los narcotraficantes en Complexo do Alemão.
Los médicos que lo atienden dijeron que Whitaker no corre peligro de muerte y constataron que tiene una bala alojada en el hombro.
Según el último boletín de la Policía Militarizada, la ofensiva dejó desde el lunes 31 supuestos narcotraficantes muertos y 192 arrestados, aunque el número puede ser mayor debido a que no se incluyen las acciones de otras fuerzas policiales ni el balance de los muertos en hospitales.